1025 - 2025 MILENARIO DE GASTEHIZ
CAPÍTULO TREINTA Y SEIS
Acontecimientos políticos (sigloXX)
Vitoria, tras una época en
la que las tendencias liberales habían predominado, tuvo unos inicios de siglo en los que vio la alternancia de la influencia
política, social y económica repartida
alternativamente entre liberal - republicanos
y carlistas. Estas diferencias fueron
recogidas por los dos periódicos de la época: La Libertad y Heraldo Alavés. Los
liberales - republicanos mantuvieron su hegemonía hasta 1908; a partir
de ese año la provincia bascula hacia la
derecha, sobre todo hacia los carlistas,
cosa que no sucedía en otros lugares. Esto los llevó a excesos como el protagonizado
por el alcalde Otálora, nombrado por Real Orden, que, con el apoyo de los
conservadores, prohibió los bailes
públicos por considerarlos inmorales. Para afianzar esta decisión suprimió también la banda de música de Santa
Cecilia, que dirigía el Sr. Fresco.
Por el contrario, en otras
provincias se apoyaban las iniciativas del liberalismo renovador de Canalejas,
como por ejemplo la "ley del Candado" que limitaba la
constitución de nuevas congregaciones religiosas.
Se produjo un cambio
generacional de la antigua élite decimonónica, por otra de menor nivel
intelectual y político. Vitoria pasa de ser una ciudad con dinamismo liberal a otra más conservadora y estática. La
"ciudad desencantada", así denominada por algunos analistas como Tomás Alfaro Fournier, que de este modo
consideran a esa época comprendida entre los años finales del siglo XIX
y principios del XX. Hay que tener en cuenta el enorme peso de los militares y el clero en la vida de la ciudad.
El historiador Antonio Rivera llama a Vitoria en esa época la "Ciudad Levítica"
En los comienzos de la
centuria, Vitoria era una típica ciudad de interior, ciudad provinciana, cohesionada y estable, muy diferente
a otras ciudades de España más dinámicas
y con mayores impulsos renovadores. Vitoria se puede decir que era un "pueblo
grande". Un 30 % de la población
activa estaba ocupada en la manufactura, un 45% en los servicios y el 24 % en el sector primario. La población
militar constituía casi el 15 % de la población, el clero un 4% y el servicio doméstico un 12%, un 2´5 de funcionarios y un 5% el comercio.
Mientras que en otros lugares de España se
sucedían intentos renovadores, convulsiones sociales, intentos revolucionarios,
etc., en Vitoria nada se movía, como si nada le afectara, como si esos hechos
fuesen cosa de un país extraño. Sin embargo, tenían noticia puntual de ello a través de los diarios de la época.
Por otro
lado, las organizaciones obreras, iniciadas en los primeros años del siglo XX, aunque algo limitadas por
el escaso peso social de los trabajadores
en una ciudad protoindustrial como Vitoria, protagonizaban algunos
movimientos de agitación social. Estos
movimientos no tuvieron nada que ver
con la agitación obrera habida en otros lugares, sin ir más lejos en Vizcaya, donde fueron mucho
más virulentas. En 1902 trabajaban en
Vitoria 2.820 obreros y 529 obreras, casi todos empleados en talleres de
artesanía, en los que los patronos convivían con ellos.
El socialismo iba calando lentamente en algunos vitorianos. Son los
años en que muchos trabajadores se incorporan a la Unión General de Trabajadores (UGT)
En una época
en la que la jornada de trabajo era de 11 horas, los jornales exiguos y las
leyes apenas amparaban a los trabajadores, la salida para mejorar la situación
fue la huelga. Se suceden las primeras
huelgas en Vitoria: moldeadores en 1902, mamposteros 1905, saqueras del Carmelo 1907... En 1903 se crea la agrupación local
del P.
S. O. E. En una ciudad como Vitoria,
muy influenciada por la religiosidad, también se crean Círculos Católicos de Obreros; su actividad era dirigida por un
consiliario nombrado por el prelado.
Los anarcosindicalistas de la Confederación Nacional del
Trabajo (CNT) aparecieron en Vitoria en los primeros años del
siglo, en 1910; aunque su presencia
se hace más notable a partir de
1915. En ese año, el viernes 18 de junio, este sindicato dirigió un asalto a las cuatro tahonas locales en
protesta por los precios que tenía el pan, 90 céntimos la otana. Para ello el
dirigente local Galo Díez aleccionó con un encendido mitin a las numerosas personas que estaban
disfrutando del baile popular que se desarrollaba
en la Plaza de
España, consiguiendo que muchas de ellas le siguieran en el asalto a las panaderías. El anarquista Galo Díez
fue detenido una semana más tarde y encarcelado
al considerarlo el cabecilla de los hechos.
La CNT estuvo perseguida posteriormente por la Dictadura de Primo de
Rivera.
A partir de 1916 parece ser que se generalizan las huelgas en Vitoria,
en este año se suceden hasta nueve. Comenzaron con las saqueras de casa Alfaro, que se arregló después de algunos
incidentes, le siguió la de la fábrica de zapatos de Victoriano Laza que
despidió a todos sus obreros, la de muebles Bonilla, la de Apellániz …
Otro grupo obrero confesional - social cristiano fue la Solidaridad de Obreros
Vascos. Creado en Bilbao en 1910 y en
la órbita del nacionalismo.
Hacia 1900 se había creado en Vitoria
la Junta Local
de Reformas Sociales, organismo mediador
entre patronos y obreros, que perviviría hasta mediada la década de los años veinte.
Vitoria durante la primera Guerra Mundial
La primera
Guerra Mundial (1914 -1918) tuvo
repercusiones en Vitoria, dividiéndose la
opinión pública según su ideología. Los carlistas y moderados fueron
partidarios de los imperios centrales
(Alemania, Austria), y los liberales
y progresistas partidarios de los aliados (Francia, Inglaterra...). La pasión desatada fue tal que se produjo una
algarada violenta en la vuelta de la
romería de Olárizu en 1914. Hubo disparos que produjeron ocho heridos, dos de ellos graves, mientras se oían
gritos de: "Viva Alemania" o "Viva
Francia", también fueron detenidas diez personas de ambos bandos.
Campas y Casa de la Dehesa de Olárizu
La prensa
local también estaba dividida, “La
Libertad ” estaba a favor de los aliados, mientras que el
“Heraldo Alavés”, tradicionalista y el
“Eco de Álava”, jaimista eran germanófilos.
La gran guerra, sin embargo, resultó
beneficiosa en líneas generales para la economía local,
debido a la neutralidad de España durante la contienda. Durante ese periodo se abasteció a ambos bandos, lo que benefició a algunos sectores
industriales que vieron toda su maquinaria empleada al
máximo. Por ejemplo, las fábricas de sacos, que aumentaron
notablemente su producción con el fin de suministrar sacos terreros para las trincheras del frente. Pero no todo fueron beneficios, ya que los
precios de los artículos de primera necesidad subieron brutalmente al ampliarse
tanto el mercado y haber tanta demanda, por lo que los trabajadores y sus familias
sufrieron las consecuencias de estas subidas
de precios. Por otro lado, algunos sectores de producción como la fabricación de
muebles de lujo, sector destacado en Vitoria, se resintió mucho, ya que, ante
las dificultades económicas de la población, ésta no
estaba para comprar este tipo de muebles.
El siete de febrero de 1915 y con el fin de frenar la hasta entonces
hegemonía carlista, se crea la Alianza Patriótica Alavesa, formada por políticos de distintas
tendencias: conservadores, datistas,
liberales y republicanos. Fue dirigido por el conservador Guillermo
Elío y Molinuevo (alcalde de Vitoria en 1916), con el apoyo del liberal Gabriel Mtz. de Aragón y el director del periódico "La Libertad ", Luis Dorao.
Esta organización política se agrupó de forma "clientelar" a la figura de Eduardo Dato. Debido a su cargo, Dato proporcionó diversos
beneficios, como pueden ser los apoyos a industrias, la revitalización de la línea de ferrocarril Anglo -
Vasconavarro, que había sufrido un parón en su construcción debido a
problemas de la iniciativa privada, construcción
de una casa de Correos y Telégrafos, comienzo de las obras para el Banco de
España en las ruinas del Teatro recientemente incendiado, cesión de varios
conventos para levantar un nuevo cuartel,
agilización de los trámites para la construcción de algunas escuelas rurales;
así como un elevado número de
subvenciones y ayudas a organismos sociales y de beneficencia que en conjunto no supusieron demasiado dinero.
Sin embargo, las "ayudas"
recibidas no se orientaron hacia la
instalación de nuevas fábricas o
centros de producción, ni a nuevas viviendas que eran necesarias, sino a satisfacer
ideas conservadoras como cuarteles, beneficencia y alguna obra pública.
En esa época, 1917, se inaugura la Caja de Ahorros Provincial, y el 9 de agosto de
1917 el monumento a la Batalla
de Vitoria, obra de Gabriel Borrás, con cierta controversia por el diseño elegido.
Tras la muerte de Dato los políticos alaveses se
desentienden de la política estatal, cerrándose
en actitudes provincialistas. Se acabó con ello el "datismo".
Eduardo Dato e Iradier,
hijo de vitoriana, aunque nacido en La Coruña en 1856, influyó grandemente en la política vitoriana ya que fue diputado en Cortes
representando a Álava. Además, llegó a ostentar hasta
en cuatro ocasiones la presidencia del Consejo de ministros durante el reinado de Alfonso XIII. Creó el Ministerio de Trabajo en 1920. Inició lo que con el tiempo se conoce como Seguridad Social, así como la Ley de accidentes de trabajo de 1900, la Ley del descanso de 1902. La creación del Instituto de Reformas sociales, la ley de emigración. Fijación del pago de salarios. Creación del Instituto Nacional de Previsión (INSS actual), la Ley de tribunales industriales, la Ley de conciliación y arbitraje, la Ley de huelgas, el reconocimiento médico de los trabajadores a cuenta de la empresa... El pensamiento político de Dato se corresponde con el de un intelectual conservador con una preocupación social de cariz católico. Todo ello hecho por un político conservador, quién lo diría. Pero quedó para muchos como el que realizó la puesta en vigor de la Ley de fugas.
Murió en Madrid, junto ala
Puerta de Alcalá, en las primeras horas de la noche del 8 de
marzo de 1921, acribillado por las balas de los
anarquistas Pedro Matheu, Ramón Casanellas y Leopoldo Nicolau, que dispararon
desde una motocicleta con sidecar contra el automóvil en el que
viajaba el primer ministro desde la Alta Cámara hacia su domicilio. Al caer
en poder de la justicia Pedro Matheu,
en su declaración dijo: “Yo no disparé contra Dato, sino contra el
gobernante que autorizó la ley de fugas”.
Fue condenado a muerte, así como Nicolau, detenido en Alemania y objeto
de extradición. Ambas penas fueron conmutadas por cadena perpetua en enero de
1924. Casanellas huyó a Rusia.
Murió en Madrid, junto a
Eduardo Dato e Iradier
En Vitoria la noticia
del asesinato de Dato causó una gran conmoción. Se cerraron los comercios
y se suspendieron los espectáculos el
siguiente día. El funeral se celebró solemnemente el día 18, asistiendo a él todas las autoridades,
Concejo Municipal y Diputación en pleno. A continuación, se celebró una
gran manifestación de duelo, a las autoridades
les precedían los maceros, clarineros y atabaleros de la Diputación. El 9 de marzo de 1925, se inauguró en el parque
de la Florida ,
con asistencia del rey Alfonso XIII, un monumento en su memoria. El autor fue
el escultor Mariano Benlliure.
En 1917 se reunieron en la Diputación Alavesa
las tres Diputaciones vascas, la
Navarra no quiso estar presente. Se redactó un documento
que fue remitido al Gobierno en el que se solicitaba la plena reintegración
foral en el marco de la unidad española.
Aparte del asalto a las tahonas antes citado, fueron también periodos
conflictivos, el mes de diciembre de 1916, con motivo de una huelga general
nacional contra el aumento de los precios,
y que tuvo una respuesta desigual en Vitoria; así como agosto de 1917 con otra huelga general en todos los sectores que
duró dos días. Pedían los trabajadores ocho
horas de trabajo, 25 % de aumento salarial y un 50 % de plus en las
extraordinarias. Además, el pago semanal de los jornales. El fuerte
control del ejército y la guardia civil, impidió
que tuviera gran repercusión en la calle; aunque fue respondida ampliamente en las industrias.
El 30 de noviembre de 1920, en una huelga convocada para protestar por
los detenidos en una huelga de Zaragoza, murió por
disparos un "esquirol " de la Azucarera , José
Elejalde Pagalday, nacido en Arriaga. Dichos disparos procedieron probablemente
de algún grupo de huelguistas. Como reacción
a este hecho, que conmocionó a Vitoria y que indignó a las fuerzas dirigentes de la ciudad, tras concienciar a
las clases medias, se procedió a la
ilegalización del Sindicato único de carácter anarquista, que había radicalizado
sus actuaciones.
Hasta 1936 los grupos liberal y carlista
mantuvieron un equilibrio de fuerzas, teniendo como
testigos a los nacionalistas, que tras abandonar el P.N.V. su marcado
vizcainismo, fue cogiendo adeptos en Álava y Vitoria, hasta llegar a ser la
segunda fuerza en el Ayuntamiento en 1922. Los
republicanos y socialistas perdieron fuerza.
Monumento
a Eduardo Dato en el Parque de la
Florida. Obra de Mariano Benlliure
Para saber más:
"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.) Edit. La esfera de los libros. 2002
"Vida de la Ciudad de Vitoria" Tomás Alfaro Fournier Edit Dip. foral de Álava. 1996
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
"Rincones con renombre" Elisabeth Ochoa de Eribe y Ricardo Garay Edit. Fundación Mejora 2012
"Historia de Álava" Antonio Rivera y otros. Edit. NEREA 2003
"La Ciudad Levítica" Vitoria, 1876 - 1936 Antonio Rivera Edit. Dip. Foral de Álava 1992
"Vitoria: transformación y cambio de un espacio urbano" Manuel Antonio Zárate Martín
Boletín de la Institución Sancho el Sabio Tomo XXV 1981
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