miércoles, 31 de julio de 2013

Historia de Vitoria - Gasteiz - capítulo 36





CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

Acontecimientos políticos (sigloXX)

     Vitoria,  tras una época en la que las tendencias liberales habían predominado, tuvo unos inicios de siglo en los que vio la alternancia de la influencia política, social y económica repartida alternativamente entre liberal - republicanos y carlistas. Estas diferencias fueron recogidas por los dos periódicos de la época: La Libertad y Heraldo Alavés.  Los liberales - republicanos mantuvieron su hegemonía hasta 1908; a partir de ese año la provincia bascula hacia la derecha, sobre todo hacia  los carlistas, cosa que no sucedía en otros lugares. Esto les llevó a excesos como el protagonizado por el Alcalde Otálora, nombrado por Real Orden, que con el apoyo de los conservadores,  prohibió los bailes públicos por considerarlos inmorales. Para afianzar esta decisión  suprimió también la banda de música de Santa Cecilia, que dirigía el Sr. Fresco.
    Por el contrario en otras provincias se apoyaban las iniciativas del liberalismo renovador de Canalejas, como por ejemplo la "ley del Candado" que limitaba la constitución de nuevas congregaciones religiosas.
   Se produjo un cambio generacional de la antigua élite decimonónica, por otra de menor nivel intelectual y político. Vitoria pasa de ser una ciudad con dinamismo liberal a otra más conservadora y estática. La  "ciudad desencantada", así denominada por algunos analistas como Tomás Alfaro Fournier, que de este modo consideran a esa época comprendida entre los años finales del siglo XIX y principios del XX. Hay que tener en cuenta el enorme peso de los militares y el clero en la vida de la ciudad.
El historiador Antonio Rivera llama a Vitoria en esa época la "Ciudad Levítica"
En los comienzos de la centuria, Vitoria era una típica ciudad de interior, ciudad provinciana, cohesionada y estable, muy diferente a otras ciudades de España más dinámicas y con mayores impulsos renovadores. Vitoria se puede decir que era un "pueblo grande". Un 30 % de la población activa estaba ocupada en la manufactura, un 45% en los servicios y el 24 % en el sector primario. La población militar constituía casi el 15 % de la población, el clero un 4%  y el servicio doméstico un 12%, un 2´5 de funcionarios y un 5% el comercio.
  Mientras que en otros lugares de España se sucedían intentos renovadores, convulsiones sociales, intentos revolucionarios, etc., en Vitoria nada se movía, como si nada le afectara, como si esos hechos fuesen cosa de un país extraño. Sin embargo tenían noticia puntual  de ello a través de los diarios de la época.
Por otro lado las organizaciones obreras, iniciadas en los primeros años del siglo XX, aunque algo limitadas por el escaso peso social de los trabajadores en una ciudad protoindustrial  como Vitoria, protagonizaban algunos movimientos de agitación social.  Estos movimientos no tuvieron nada que ver  con  la agitación obrera habida en  otros lugares, sin  ir más lejos en Vizcaya, donde fueron mucho más virulentas.  En 1902 trabajaban en Vitoria 2.820 obreros y 529 obreras, casi todos empleados en talleres de artesanía, en los que los patronos convivían con ellos.
El socialismo iba calando lentamente en algunos vitorianos. Son los años en que muchos trabajadores se incorporan a la Unión General de Trabajadores  (UGT)
 En una época en la que la jornada de trabajo era de 11 horas, los jornales exiguos y las leyes apenas amparaban a los trabajadores, la salida para mejorar la situación fue la huelga. Se suceden las primeras huelgas en Vitoria: moldeadores en 1902, mamposteros 1905, saqueras del Carmelo 1907...          En 1903 se crea la agrupación local del    P. S. O. E.    En una ciudad como Vitoria, muy influenciada por la religiosidad, también se crean Círculos Católicos de Obreros; su actividad era dirigida por un consiliario nombrado por el prelado. Los anarcosindicalistas de la  Confederación Nacional del Trabajo  (CNT)    aparecieron en Vitoria en los primeros años del siglo, en 1910; aunque su presencia se hace más notable a partir de 1915. En ese año, el viernes 18 de junio, este sindicato dirigió un asalto a las cuatro tahonas locales en protesta por los precios que tenía el pan, 90 céntimos la otana. Para ello el dirigente local Galo Díez aleccionó con un encendido mitin a las numerosas personas que estaban disfrutando del baile popular que se desarrollaba en la Plaza de España, consiguiendo que muchas de ellas le siguieran en el asalto a las panaderías. El anarquista Galo Díez fue detenido una semana más tarde y encarcelado al considerarlo el cabecilla de los hechos.  La  CNT  estuvo perseguida posteriormente por la Dictadura de Primo de Rivera.
A partir de 1916 parece ser que se generalizan las huelgas en Vitoria, en este año se suceden hasta nueve. Comenzaron con las saqueras de casa  Alfaro, que se arregló después de algunos incidentes, le siguió la de la fábrica de zapatos de Victoriano Laza que despidió a todos sus obreros, la de muebles Bonilla, la de Apellániz …
Otro grupo obrero confesional - social cristiano fue la Solidaridad de Obreros Vascos. Creado en Bilbao en 1910 y en la órbita del nacionalismo.


Hacia 1900 se había creado en Vitoria la Junta Local de Reformas Sociales, organismo mediador entre patronos y obreros, que perviviría hasta mediada la década de los años veinte.

Vitoria durante la primera Guerra Mundial

La primera Guerra Mundial (1914 -1918) tuvo repercusiones en Vitoria, dividiéndose la opinión pública según su ideología. Los carlistas y moderados fueron partidarios de los imperios centrales (Alemania, Austria), y los liberales y progresistas partidarios de los aliados (Francia, Inglaterra...). La pasión desatada fue tal que se produjo una algarada violenta en la vuelta de la romería de Olárizu en 1914. Hubo disparos que produjeron ocho heridos, dos de ellos graves, mientras se oían gritos de: "Viva Alemania" o "Viva Francia", también fueron detenidas diez personas de ambos bandos.



                         Campas y Casa de la Dehesa de Olárizu

La prensa local también estaba dividida, “La Libertad” estaba a favor de los aliados, mientras que el “Heraldo Alavés”, tradicionalista y el  “Eco de Álava”, jaimista eran germanófilos.
    La gran guerra sin embargo, resultó beneficiosa en líneas generales para la economía local, debido a la neutralidad de España durante la contienda. Durante ese periodo se abasteció a ambos bandos, lo que benefició a algunos sectores industriales que vieron toda su maquinaria empleada al máximo. Por ejemplo las fábricas de sacos, que aumentaron notablemente su producción con el fin de suministrar sacos terreros para las trincheras del frente. Pero no todo fueron beneficios, ya que los precios de los artículos de primera necesidad subieron brutalmente al ampliarse tanto el mercado y haber tanta demanda, por  lo que los trabajadores y sus familias sufrieron las consecuencias de estas subidas de precios. Por otro lado algunos sectores de producción como la fabricación de muebles de lujo, sector destacado en Vitoria, se resintió mucho, ya que ante las dificultades económicas de la población, ésta no estaba para comprar este tipo de muebles.
El siete de febrero de 1915 y con el fin de frenar la hasta entonces hegemonía carlista, se crea la Alianza Patriótica Alavesa, formada por políticos de distintas tendencias: conservadores, datistas,  liberales y republicanos. Fue dirigido por el conservador Guillermo Elío  y Molinuevo (alcalde de Vitoria en 1916),  con el apoyo del liberal Gabriel  Mtz. de Aragón y el director del periódico  "La Libertad", Luis Dorao.
    Esta organización política se agrupó de forma  "clientelar" a la figura de Eduardo Dato. Debido a su cargo, Dato proporcionó diversos beneficios, como pueden ser los apoyos a industrias, la revitalización de la línea de ferrocarril Anglo - Vasconavarro, que había sufrido un parón en su construcción debido a problemas de la iniciativa privada, construcción de una casa de Correos y Telégrafos, comienzo de las obras para el Banco de España en las ruinas del Teatro recientemente incendiado, cesión de varios conventos para levantar un nuevo cuartel, agilización de los trámites para la construcción de algunas escuelas rurales; así como un elevado número de subvenciones y ayudas a organismos sociales y de beneficencia que en conjunto no supusieron demasiado dinero.
  Sin embargo las  "ayudas" recibidas no se orientaron hacia la instalación de nuevas fábricas o centros de producción, ni a nuevas viviendas que eran necesarias, sino a satisfacer ideas conservadoras como cuarteles, beneficencia y alguna obra pública.
    En esa época, 1917, se inaugura la Caja de Ahorros Provincial, y el 9 de agosto de 1917 el monumento a la Batalla de Vitoria, obra de Gabriel Borrás, con cierta controversia por el  diseño elegido.
   Tras la muerte de Dato los políticos alaveses se desentienden de la política estatal, cerrándose en actitudes provincialistas. Se acabó con ello el "datismo".
Eduardo Dato e Iradier, hijo de vitoriana, aunque nacido en La Coruña en 1856, influyó grandemente en la política vitoriana ya que fue diputado en Cortes representando a Álava. Además llegó a ostentar hasta en cuatro ocasiones la presidencia del Consejo de ministros durante el reinado de Alfonso XIII. Creó el Ministerio de Trabajo en 1920. Inició lo que con el tiempo se conoce como Seguridad Social así como la Ley de accidentes de trabajo de 1900, la Ley del descanso de 1902. La creación del Instituto de Reformas sociales, la ley de emigración. Fijación del pago de salarios. Creación del Instituto Nacional de Previsión (INSS actual), la Ley de tribunales industriales, la Ley de conciliación y arbitraje,  la Ley de huelgas, el  reconocimiento médico de los trabajadores a cuenta de la empresa... El pensamiento político de Dato se corresponde con el de un intelectual conservador con una preocupación social de cariz católico. Todo ello hecho por un político conservador, quién lo diría. Pero quedó para muchos como el que realizó  la puesta en vigor de la Ley de fugas. 

Murió en Madrid, junto a la Puerta de Alcalá, en las primeras horas de la noche del 8 de marzo de 1921, acribillado por las balas de los anarquistas Pedro Matheu, Ramón Casanellas y Leopoldo Nicolau, que dispararon desde una motocicleta con sidecar contra el automóvil en el que viajaba el primer ministro desde la Alta Cámara hacia su domicilio.  Al caer  en poder de la justicia Pedro Matheu,  en su declaración dijo: “Yo no disparé contra Dato, sino contra el gobernante que autorizó la ley de fugas”.  Fue condenado a muerte, así como Nicolau, detenido en Alemania y objeto de extradición. Ambas penas fueron conmutadas por cadena perpetua en enero de 1924. Casanellas huyó a Rusia.



           Eduardo Dato e Iradier
    
En Vitoria la noticia del asesinato de Dato causó una gran conmoción. Se cerraron los comercios y  se suspendieron los espectáculos el siguiente día. El funeral se celebró solemnemente el día  18, asistiendo a él todas las autoridades, Concejo Municipal y Diputación en pleno. A continuación se celebró una gran  manifestación de duelo, a las autoridades les precedían los maceros, clarineros y atabaleros de la Diputación. El  9 de marzo de 1925, se inauguró en el parque de la Florida, con asistencia del rey Alfonso XIII, un monumento en su memoria. El autor fue el escultor Mariano Benlliure.

En 1917 se reunieron en la Diputación Alavesa las tres Diputaciones vascas, la Navarra no quiso estar presente. Se redactó un documento que fue remitido al Gobierno en el que se solicitaba la plena reintegración foral en el marco de la unidad española.
Aparte del asalto a las tahonas antes citado, fueron también periodos conflictivos, el mes de diciembre de 1916, con motivo de una huelga general nacional contra el aumento de los precios, y que tuvo una respuesta desigual en Vitoria; así como agosto de 1917 con otra huelga general en todos los sectores que duró dos días. Pedían los trabajadores ocho horas de trabajo, 25 % de aumento salarial y un 50 % de plus en las extraordinarias. Además el pago semanal de los jornales. El fuerte control del ejército y la guardia civil, impidió que tuviera gran repercusión en la calle; aunque fue respondida ampliamente en las industrias.
El 30 de noviembre de 1920, en una huelga convocada para protestar por los detenidos en una huelga de Zaragoza, murió por disparos un "esquirol " de la Azucarera, José Elejalde Pagalday, nacido en Arriaga. Dichos disparos procedieron probablemente de algún grupo de huelguistas. Como reacción a este hecho, que conmocionó a Vitoria y que indignó a las fuerzas dirigentes de la ciudad, tras concienciar a las clases medias, se procedió a la ilegalización del Sindicato único de carácter anarquista, que había radicalizado sus actuaciones.
    Hasta 1936 los grupos liberal y carlista mantuvieron un equilibrio de fuerzas, teniendo como testigos a los nacionalistas, que tras abandonar el P.N.V. su marcado vizcainismo, fue cogiendo adeptos en Álava y Vitoria, hasta llegar a ser la segunda fuerza en el Ayuntamiento en 1922. Los republicanos y socialistas perdieron fuerza.


  


                 Monumento a Eduardo Dato en el Parque de la Florida. Obra de Mariano Benlliure


Para saber más:

"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.) Edit. La esfera de los libros. 2002
"Vida de la Ciudad de Vitoria" Tomás Alfaro Fournier Edit Dip. foral de Álava. 1996
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
"Rincones con renombre" Elisabeth Ochoa de Eribe y Ricardo Garay Edit. Fundación Mejora 2012
"Historia de Álava" Antonio Rivera y otros. Edit. NEREA 2003
"La Ciudad Levítica" Vitoria, 1876 - 1936   Antonio Rivera   Edit. Dip. Foral de Álava 1992
"Vitoria: transformación y cambio de un espacio urbano"  Manuel  Antonio Zárate Martín
Boletín de la Institución Sancho el Sabio  Tomo XXV   1981




                                                                                                                       






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