CAPÍTULO VIGESIMODEGUNDO
ARQUITECTURA CIVIL
Como hemos visto en el capítulo anterior, el gótico se hace presente en
la Vitoria medieval, por medio de las cuatro iglesias que han llegado a
nuestros tiempos. Sin embargo del gótico civil, el de sus torres, palacios o casas,
apenas quedan ejemplos en la actualidad. Debido a su función y teniendo en
cuenta la fuerte religiosidad de la población en otros tiempos, las iglesias tuvieron
en general un mejor mantenimiento y adaptación en el tiempo, cosa que no ocurrió
con las viviendas, que bien por cambios en su función, por ejemplo de defensiva
a residencial o a la inversa y otros cambios, de estilos, necesidades, etc., sufrieron
desde derribos completos a transformaciones notables. Es por ello que hoy
dispongamos de unos pocos edificios de corte gótico: la torre de Anda, la torre
de los Iruña, el portalón y la Casa del Cordón.
Torre de Anda
Situada en la calle Correría
110, junto a la Plaza
de las Brullerías, es considerada como uno de los vestigios más antiguos de la
ciudad, ya que fue construida entre finales del siglo XV y principios del XVI.
Se trata de una torre defensiva
que protegía la entrada norte de la ciudad. Tiene elementos de estilo gótico. La parte baja esta formada por mampuestos. La
parte superior una estructura de ladrillo y madera, que sobrevuela algo sobre
el cuerpo inferior, para lo que se apoya en tornapuntas y modillones de triple
curva.
Pertenecía a la familia de los
Anda, provenientes de la localidad de Anda en el valle de Cuartango,
pertenecían a la baja nobleza.
Torre de los Anda
Torre de los Iruña o de Doña Ochanda
Situada entre las calles Siervas
de Jesús y Herrería,
Los dos primeros pisos, de
piedra de mampostería y los dos superiores de ladrillo, debieron de ser
construidos en el siglo XVI. La finalidad era defensiva y residencial. Estaba
ubicada junto a la entrada a la ciudad por el Portal de Aldabe, las murallas
bajas de la ciudad y el río Zapardiel que hacía de foso natural de defensa. Fue
construida por Andrés Martínez de Iruña y su mujer Catalina de Álava. Éstos
habían abandonado su residencia en la zona de Badaya y se habían instalado en
Vitoria. Le dieron a la torre - palacio el nombre de su hija Ochanda Iruña y
Álava.
Fue restaurada en 1970, con el
añadido de la primitiva torre del s.
XVI.
Actualmente aloja al Museo de
Ciencias Naturales de la
Diputación.
Torre de Doña Ochanda
El Portalón
Situado al final de la calle
Correría, fue construido en el siglo XV, como posada de mercaderes. Su gran
puerta permitía la entrada y salida de carruajes y caballerías con el fin de
guardar las mercancías en el interior.
El zócalo fue construido en
piedra, el resto en ladrillo y madera. En el edificio confluyen varios estilos:
gótico en la puerta, renacentista en las escaleras y mudéjar en los salientes
de las vigas.
Fue restaurado en 1957
Se utiliza actualmente como
restaurante y sede de exposiciones.
El
Portalón
La casa del Cordón está
situada en la calle Cuchillería. Juan Sánchez de Bilbao, rico comerciante judío
converso, encargó su construcción a finales del siglo XV.
Se le denomina así por el cordón
de franciscano tallado sobre una de las puertas de la fachada.
Parece ser que este edificio se
construyó alrededor de una torre que ya existía allí, posiblemente del XII o principios del XIII, y en cuyo interior
el comerciante mandó construir una sala abovedada estrellada de estilo gótico
de una gran belleza.
Esta torre, actualmente alojada
en el interior del edificio, perteneció al linaje de los Gaonas, procedentes
del pueblo alavés de Gauna. Fue construida fuera de la muralla alta, en la
ladera este de la colina. Tengamos en cuenta que cuando fue construida, todavía
no se había hecho la ampliación por este lado de la colina, la ampliación en
1256 de Alfonso X. La torre estaría por lo tanto sola, sin otros edificios
alrededor. Desde esa posición los Gaona controlaban el acceso a la ciudad desde
el lado este, que era donde tenían sus dominios. Con la ampliación citada, de
tiempos de Alfonso X, la torre quedó rodeada de viviendas y por lo tanto
perdiendo gran parte de su función inicial.
La torre es de planta cuadrada
de 10 metros de lado, con muros de algo más de un metro de espesor, actualmente
sin aspilleras ni matacanes que delaten un aspecto defensivo; sólo el foso que la
rodea da esa impresión. Consta de un sótano, cegado en la actualidad; una
planta baja con puerta orientada al norte; planta principal orientada al oeste
y planta superior con voladizo de madera, desde donde se podía efectuar la
defensa de la torre de un posible ataque. No tiene escudo de linaje alguno.
El sótano conserva una
estructura de madera que Micaela Portilla consideró como el más valioso
testimonio de las estructuras de ese tipo en Álava. La torre está apoyada en un
grueso poyal de madera.
A mediados del siglo XV, vivía en Vitoria ,
ejerciendo la profesión de
físico o médico en el hospital de la Virgen del Cabello (años más tarde de Santiago ),
Pedro Sánchez de Bilbao, judío converso, fallecido en 1473. Casado en segundas nupcias con María Ruiz de Gauna, del ilustre linaje de los Gaona de los que
heredó la torre, con la que tuvo 4
hijos, dejando al mayor en testamento, la torre y unas casas en la calle Cuchillería. Fue enterrado
en el convento de San Francisco .
En el año 1494, fue
denunciado ante el Santo Oficio por el
linaje de los Escoriaza, siendo condenado como hereje y apóstata judaizante, sus huesos fueron desenterrados y quemados en la calzada que iba del convento
de San Francisco a la calle Correría. Para infamia de su linaje fue colocado su
sambenito en la iglesia de Santa María de Vitoria, en el segundo pilar,
entrando, a mano izquierda, con la siguiente inscripción: "Pedro Sánchez
de Bilbao, físico, vecino de Vitoria, difunto, cristiano nuevo de judío, condenado
por hereje judaizante en el año 1494".
Su hijo y heredero, Juan Sánchez de Bilbao,
apodado "el rico", fue un mercader acaudalado y hombre principal de
la ciudad, conocido por sus donativos a la corona, a la Iglesia y al convento
de San Francisco. En aquella época los comerciantes vitorianos intermediaban en
el comercio de la lana castellana y con otros productos con los Países Bajos,
también con Inglaterra, por lo que muchos de ellos enriquecieron fuertemente.
Vitoria estaba en la ruta hacia los puertos del Cantábrico. También
aprovechaban la ruta inversa, es decir con paños flamencos o ingleses.
Portadas de la Casa del Cordón
Juan, en el año 1480, derriba las casas que
rodean la torre y edifica el palacio que le servirá de vivienda y tienda,
copiando el tipo de edificio comercial europeo, compuesto de planta baja y piso
superior, dejando en su interior la torre, desposeída de su planta superior de
madera, por lo que pasó desapercibida hasta mediados del pasado siglo. El piso
principal de la torre, lo reformó, sustituyendo la cubierta de madera apoyada
en fuertes modillones, por una espectacular bóveda estrellada gótica de gran
belleza. La realización de esta bóveda tuvo que suponer un trabajo de gran
dificultad técnica, por la poca
curvatura de los arcos perpiaños laterales. Se cree que la realizaron los
mismos artesanos que hicieron las bóvedas de San Miguel. Las intersecciones de
los nervios, las claves, están talladas. La talla de la clave central, es el
escudo de los Reyes Católicos. Las demás claves, de menor tamaño, están talladas
una con el yugo, otra con las flechas (símbolos de los Reyes Católicos, que no
de Franco, que se los apropió), otra representa un mercader de telas, en
alusión a su oficio, en otra clave está representada su marca comercial y las
cuatro claves restantes representan animales mitológicos: el águila, el grifo
(parte superior cuerpo de águila e inferior de león), el dragón y el unicornio.
La marca comercial de los Sánchez de Bilbao está representada por el apócope de
su nombre, Juan: Yoannes, el cayado de San Juan el Bautista y dos símbolos de
origen esotérico: la media luna invertida y la estrella de ocho puntas.
La planta baja de la casa se utilizaría para
las actividades comerciales y la superior como residencia de la familia. La
sala gótica de la torre le serviría para recibir a clientes distinguidos y autoridades. Sobre esta sala
tal vez estuvo situado el dormitorio de los señores de la casa.
La fachada tiene dos arcos ojivales que
fueron en su época, las puertas escaparates de su comercio. La principal
rodeada del cordón franciscano, de ahí el nombre de la casa. En la parte
superior de estas puertas hay dos medallones labrados en piedra, uno de ellos
alude a los estigmas de San Francisco y el otro representa un sol radiante con
el anagrama de Jesús en el centro, (el IHS de San Bernardino de Siena. San
Bernardino defendió con fruición el nombre de Cristo: IHS, son las tres
primeras letras de las palabras en griego: Jesús, hombres y salvador : lesus -
Hominun - Salvador. Jesús salvador de los hombres).
Esta obsesión por adornar su fachada con motivos
religiosos, pudo ser para no dejar dudas sobre su nueva situación de cristiano
nuevo, es decir que no judaizaba. Entre estas dos grandes puertas, hay otra de
pequeña altura que obligaba a las personas a inclinarse para poder pasar, de
esta manera Juan obligaba a los cristianos, sin que se dieran cuenta, a
reverenciarle con esta inclinación, y así de esta forma se vengaba de las
humillaciones que los cristianos infligían a los judíos. Encima de la puerta la
leyenda "Ave María", salutación cristiana.
En
el centro de las puertas ojivales, vemos el escudo de los Reyes Católicos , sin
la granada (Todavía no había sido tomada Granada a los árabes), y el escudo con
la marca comercial de Juan Sánchez Bilbao. Las puertas laterales son del siglo
XIX.
Recreación de cómo pudo ser la Casa del Cordón antes de sus transformaciones.
Juan Sánchez de Bilbao se casó con Inesa
Rodríguez de la Puebla, con la que tuvo 6 hijos. Murió a consecuencia de una
estocada alevosa que le dio Martín de Escoriaza a principios del año 1493. Los
Sánchez de Bilbao mediante justicia hicieron ejecutar a Martín de Escoriaza,
vengándose este linaje denunciando ante la Inquisición como hereje a su padre
Pedro Sánchez de Bilbao.
Juan, primogénito de Juan Sánchez de
Bilbao, el rico, heredó esta casa y hospedó en ella a los Reyes Católicos; en
el año 1506 a Juana la Loca y Felipe I, se cree que también a Carlos I. Este
Juan, el Segundo, también hospedó a S.S. Adriano VI. En enero del 1522, con
motivo del Sitio de Fuenterrabía por parte del rey francés Francisco I, se
encontraba en Vitoria el cardenal Adriano de Utrecht, Regente del Reino. Carlos
V estaba ausente de España. Se hospedaba Adriano en la casa del bachiller
Añastro en la calle Herrería, cuando le llegó, el día 24 de este mes, la
noticia de su nombramiento como Papa, por boca de Blas Ortiz, vicario de la
Diócesis de Calahorra, confirmando este nombramiento por cartas del Sacro
Colegio Cardenalicio, traídas por Antonio de Astudillo, el día 9 de Febrero.
Éste se retrasó por la nieve caída en esos días.
La ciudad, considerando la categoría de tan
ilustre huésped, estimó su traslado a la residencia de los Sánchez de Bilbao.
Al poco tiempo pasó al próximo Convento de San Francisco. El 16 de febrero hizo
la fórmula de aceptación del Pontificado en el citado Convento. Con motivo de
celebrar este hecho, se organizaron fiestas en la Ciudad. Asistiendo al mismo
tiempo a la llegada de numerosas personalidades, que con la disculpa de
felicitar al nuevo Papa, buscaban obtener de él privilegios, favores y cargos
destacados. El 12 de marzo, el Papa Adriano VI partió para Roma. Adriano VI,
antes de marchar, prometió elevar a Vitoria a rango de Obispado, con su
correspondiente Catedral, dejando así de depender del Obispado de Calahorra.
Pero esta promesa no pudo cumplirla, ya que murió al poco tiempo de ser
designado Papa.
A la muerte de Juan Sánchez Bilbao,(el
segundo) heredó el palacio su hijo mayor, también llamado Juan (el tercero),
entrando la casa en un periodo de decadencia.
De los Sánchez Bilbao, pasó a otras
familias. A una de ellas pertenecía Telesforo Monzón (uno de los fundadores de
Herri Batasuna), que en 1919 la vendió a la familia Sarralde, y esta a su vez a
la Caja de Ahorros Municipal en Julio del 962.
Con los siglos, la casa ha recibido
múltiples reformas, dotándola en 1898 de dos plantas, para habilitar viviendas
de alquiler, ocultando cada vez más la torre.
La Casa del Cordón ha sido colegio de
enseñanza, almacén de carpintería, sastrería, tienda de ultramarinos y en ella,
cuando llegaron a Vitoria, tuvieron su residencia las Hermanitas de los Pobres,
1879-1883
Con motivo del centenario del nacimiento
del papa Adriano VI, en el año 1959, el Ayuntamiento acuerda rehabilitar la
casa. Fue entonces cuando la Caja Municipal gestionó su adquisición y
restauración.
En el año 1962, en la restauración y
reforma realizada por Emilio de Apraiz y Buesa y su hermano Ángel, se descubre
el foso, ignorado hasta entonces por estar rellenado de tierra y escombro, y se
llega al feliz descubrimiento de la Torre medieval y su magnífica sala gótica.
Sólo se interviene hasta la entreplanta, por no poder desalojar a los
inquilinos de los pisos superiores. A partir de esa reforma esta parte del edificio
fue utilizada fundamentalmente por la Caja Municipal, luego Vital Kutxa (Actual Kutxabank) como
sala de exposiciones.
Sala gótica
Clave central
En el año 2001 se hace una reforma urgente,
ya que se habían detectado fisuras y otros problemas en la sala gótica. Estos
fallos eran debidos a que una serie columnas de los pisos superiores se
apoyaban sobre la bóveda gótica. Las obras acabaron en febrero de 2002. Liberada
la sala estrellada de este problema, parecía estar todo en su sitio.
Pero al hacer
una revisión general del edificio, antes de volver a abrir al público la Casa
del Cordón, encontraron serios problemas en otras partes del edificio, que
requerían un tratamiento igual al dado a la sala gótica. Para ello había que
desalojar a los vecinos de las plantas superiores. Esta fase, consistente en la
consolidación integral del edificio y en la reordenación de accesos, se inició
en 2004 y finalizó en abril de 2005. La reinauguración de la Sala de
Exposiciones se hizo con una representación de la "Calle de la
Judería", a cargo de Toti Martínez de Lecea. Todo volvía a estar en orden,
pero dos pisos de casi 350 m.2 estaban vacíos, esperando un destino.
Es entonces
cuando la Caja Vital decide trasladar la sede de la Fundación Mejora a este
edificio. Para adaptarlo a sus necesidades se encarga el proyecto de reforma a
Antón López de Aberasturi. Éste decide abrir un patio interior que dé mayor
protagonismo a la torre, vaciando parcialmente la crujía intermedia y creando
una fachada que recordara los cadahalsos de madera de las primitivas casas
torres. La intervención es ya completa en todo el edificio, dejándolo como lo
vemos actualmente. La Fundación Mejora, obra social de la Caja Vital Kutxa,
pudo inaugurar su nueva sede en setiembre de 2009.
En el lado
derecho de la torre, en la pared de enfrente, está situado un cuadro de gran
tamaño que representa el acto de fundación de la Caja Municipal y Monte de
Piedad de la ciudad de Vitoria. Este acto fundacional se celebró en la sala de
plenos del Ayuntamiento el día 19 de noviembre de 1850. El cuadro fue pintado
por Carlos Sáez de Tejada.
HOSPITALES VITORIANOS
Santa María "La nueva Catedral Vieja" Patxi Zubizarreta Edit. Dip. Foral de Álava
"Hospitales, peregrinos y... otras cosas" Peli Martín Latorre Edit. Ayuntamiento de Vitoria - Gasteiz 1996
Torre en el interior de la Casa del Cordón
Las viviendas populares- Casas de alforja
El conjunto de casas que
formaba el casco urbano de Victoria fue durante varios siglos de una
considerable sencillez, debido a los endebles materiales que las componían:
mucha madera, tejados de paja, escasa piedra... lo que las hacía vulnerables y
presa fácil de los incendios. Están documentados varios incendios, uno muy
grave en 1202, a los pocos años de su fundación , así como los de 1423, 1436 y el de 1443 que destruye las calles Correría,
Zapatería y Herrería. En el siglo XVI se conocen los de julio de 1536 en la
calle Pintorería, 1543 en las Pescaderías (Villa Suso), 1549 en Santo Domingo y
en 1579 en la
Herrería. Seguramente
que sin documentar fueron muchos más.
Por todo ello, ya en
1487, en los albores de la Edad Moderna se dictan normas con el fin de
evitar el riesgo de incendios en lo posible. Por eso las ordenanzas de edificación promulgadas por el Ayuntamiento
dispusieron que las nuevas edificaciones de casas se realizasen con “ cal y
canto “ en sustitución de la madera, es decir que se utilizara piedra, ladrillo
o adobe preferentemente; del mismo modo se prohibió la utilización de la paja
en los tejados. Con el fin de evitar la propagación del fuego en caso de
iniciarse, también prohibieron que las calles tuvieran tejados con salientes o
aleros largos, así como puentes “pontisos“ que comunicaran ambos lados de la
calle.
Otras medidas en este sentido
de prevenir incendios, fueron las que a finales de 1470 crearon la figura del
vigilante de edificios que amenazaban ruina; se encargó a los mayorales de
vecindad que controlaran el almacenamiento de productos inflamables por parte
del vecindario, ordenaba la limpieza de chimeneas; se establecieron retenes en
noches de fuerte viento, etc.
Todas estas medidas de
prevención del fuego se complementaron con la creación de un cuerpo
especializado de carpinteros - bomberos que ayudaban al vecindario, primer
agente de extinción del fuego.
La arquitectura doméstica
evolucionó hacia unas viviendas
construidas generalmente sobre bases de mampostería, con ladrillo y entramados
de madera, tenían una fachada estrecha y su planta era alargada. En los bajos
de estas viviendas se encontraba el taller o la tienda del artesano o
comerciante. Estas casas se llamaron por su forma de "alforja" por la forma de distribución de las habitaciones a un
lado y otro de la escalera.
Dibujo esquemático de las casa en alforja
HOSPITALES VITORIANOS
Vitoria en el siglo XV tenía
varios hospitales para la acogida de peregrinos y transeúntes,
enfermos y
personas caídas en desgracia.
Tal vez el hospital más antiguo fue el de Santa María,
situado en Villa Suso, en la plaza de la actual catedral de Santa María. Aunque
está documentado sólo a partir del siglo XV, como con renta propia que
alcanzaba en el siglo XVI sesenta y cinco fanegas de trigo al año y novecientos
sesenta y nueve maravedíes en dinero, es muy probable que existiera desde el
momento mismo de la fundación de Victoria. En sus primeros años de
funcionamiento es posible que fuera de régimen particular, pero a partir de
1485 pasó a ser de administración municipal.
Fue conocido el edificio como
“ Casa del Obispo “. Según el padre Juan de Vitoria, en un principio el
edificio fue destinado para residencia de obispos, ya que en aquellas épocas,
la intención de los vitorianos era
conseguir que Victoria fuera sede
episcopal. También puede venir el nombre de que fuera la residencia de los
obispos de Calahorra en sus visitas a la ciudad. Estaba situado en sus primeros tiempos
pegando a la iglesia de Santa María, junto a su granero. Posteriormente, a principios del siglo XVI,
al necesitar la parroquia de Santa María espacio para construir la torre, se
derribó el hospital, con lo que quedó disponible el espacio requerido. A partir
de 1514 el edificio se reconstruye en terrenos próximos, junto a la muralla
alta, dejando entre el hospital y la iglesia de Santa María una calle de ocho
metros de anchura, que serviría de
acceso desde la muralla a la parte alta de Vitoria, Villa Suso. Las obras
finalizaron en 1517. Al estar ubicado junto a la muralla, el hospital acogía en
su perímetro una de las torres o cubos defensivos. El hospital de Santa María
tenía una bonita portada, de estilo
renacentista, obra de Martín de Acurio y que aún se conserva. En ella se representa la “Anunciación a María“. Además dispuso de
una huerta de unos 78 metros cuadrados.
Este edificio se mantendría,
con algunos pequeños cambios, hasta su desaparición en 1878, con el fin de
construir en el solar resultante el Seminario Conciliar. Durante los años
anteriores a su derribo, el edificio sirvió de panadería municipal reguladora.
La función principal del
hospital de Santa María fue la de acoger y asilar a pobres y menesterosos, más
que la de curar enfermos. Durante un tiempo incluso acogió un aula de estudio
denominada “Estudio general de gramática y latinidad “. (Hacia 1589)
El hospital de la Magdalena y San
Lázaro era también antiguo. Se
encontraba fuera de la muralla, a la salida de la villa por el sur, en las “redovas“ o arrabal y llevaba el nombre de
Santa María Magdalena ya en 1291. Acogía a pobres y enfermos afectados de “la plaga del señor Lázaro“, es decir,
de la lepra y de sus variantes. Este hospital recibió gracias papales y
privilegios reales, especialmente en los
siglos XV y XVI. Entre los
privilegios reales es de destacar uno de Carlos I, fechado en 1524, en el que
reconoce “que a la dicha Casa van
muchos pobres por estar en camino francés“.
El conjunto asistencial estaba
formado por una iglesia, la de la Bienaventurada María
Magdalena y una casa anexa con un buen número
de habitaciones, distribuidas en dos pisos, con cuartos separados para hombres y mujeres.
El conjunto asistencial contaba además con una amplia huerta y un amplio patio
para aves de corral, además de otras dependencias. La iglesia tenía una Capilla
Mayor, con un retablo presidido por una imagen
de Santa María Magdalena. Y a ambos lados sendas capillas pequeñas,
dedicadas a San Lázaro y a Santa Águeda, respectivamente.
Funcionó hasta 1590, pasando a
ser convento, primero de las Carmelitas y luego de las Brígidas. Desapareciendo
en 1905 para construir en sus solares la nueva Catedral. El convento de las
Brígidas fue reconstruido en un lugar no muy distante, donde se encuentra
actualmente, calle Vicente Goicoechea.
Sin embargo, el hospital más
importante de la villa era el de Nuestra Señora del Cabello,
después Hospital de Santiago, fundado y donado por Don Fernán Pérez de Ayala y
Guzmán, el hijo del Canciller Don Pedro, y
por su mujer Doña María de Sarmiento, descendiente del rey Alfonso XI.
El Ayuntamiento había cedido al fundador en 1419 el terreno para su
construcción, cerca de la plaza del mercado y del convento de San Francisco,
extramuros de la villa, aunque en lugar de mucho tránsito. Parece ser que antes
existía en el lugar una casa de peregrinaje. En la súplica que don Fernán Pérez
de Ayala elevó al Papa Martín V para la aprobación de la fundación, se refería
expresamente a los pobres, peregrinos y enfermos que el hospital iba a
albergar. Se comenzó a levantar en 1420 y se encontraba ya edificado en 1425.
En treinta de agosto de ese año una bula autorizaba a los frailes del vecino
convento de San Francisco a administrar
los sacramentos a los peregrinos, pobres y enfermos asilados en este hospital,
a cambio de algunos beneficios económicos para dicho convento. Se llamaba Virgen del Cabello, por que esa advocación de María era bajo la que se acogía la familia de los Ayala
Existe una leyenda sobre la creación de este hospital.
"Los señores de Ayala vivían en su palacio, situado junto a la actual iglesia de San Vicente. Una noche oyeron unos llantos de un niño que procedían de un lugar no muy lejano a su palacio, en una zona bajo la colina, próximo al convento de San Francisco. Mandaron al lugar de procedencia de los llantos a un escudero del palacio. Al cabo de un rato volvió con la noticia de que no había encontrado nada en ese lugar. A la noche siguiente se repitieron los lloros del niño. De nuevo los señores de Ayala envían al escudero y éste, al rato, vuelve de nuevo con el relato de que en ese lugar no hay nada. De nuevo llantos en la tercera noche. Entonces decidió ir en persona una cuñada de Fernán Pérez de Ayala, acompañada por el escudero. Y esta ocasión, sí, encontraron a un niño como de tres años allí abandonado. Entonces la señora decidió llevarlo al palacio. Una vez allí y pensando que los lloros eran por hambre, le prepararon una cena. Pero al ver que no comía, decidieron dejarlo solo, para ver si entonces se animaba a comer. Al rato volvieron a la habitación, y cuál fue su sorpresa al ver que el niño había desaparecido. Entonces pensaron que era un milagro, tal vez tomaron a ese niño por el Niño Jesús, que era un mensaje y que Dios quería que los Ayala construyeran un hospital para menesterosos, desamparados, peregrinos en el lugar donde había aparecido el niño. Según la leyenda es entonces cuando se construye el Hospital de la Virgen del Cabello".
Existe una leyenda sobre la creación de este hospital.
"Los señores de Ayala vivían en su palacio, situado junto a la actual iglesia de San Vicente. Una noche oyeron unos llantos de un niño que procedían de un lugar no muy lejano a su palacio, en una zona bajo la colina, próximo al convento de San Francisco. Mandaron al lugar de procedencia de los llantos a un escudero del palacio. Al cabo de un rato volvió con la noticia de que no había encontrado nada en ese lugar. A la noche siguiente se repitieron los lloros del niño. De nuevo los señores de Ayala envían al escudero y éste, al rato, vuelve de nuevo con el relato de que en ese lugar no hay nada. De nuevo llantos en la tercera noche. Entonces decidió ir en persona una cuñada de Fernán Pérez de Ayala, acompañada por el escudero. Y esta ocasión, sí, encontraron a un niño como de tres años allí abandonado. Entonces la señora decidió llevarlo al palacio. Una vez allí y pensando que los lloros eran por hambre, le prepararon una cena. Pero al ver que no comía, decidieron dejarlo solo, para ver si entonces se animaba a comer. Al rato volvieron a la habitación, y cuál fue su sorpresa al ver que el niño había desaparecido. Entonces pensaron que era un milagro, tal vez tomaron a ese niño por el Niño Jesús, que era un mensaje y que Dios quería que los Ayala construyeran un hospital para menesterosos, desamparados, peregrinos en el lugar donde había aparecido el niño. Según la leyenda es entonces cuando se construye el Hospital de la Virgen del Cabello".
Se sabe por los documentos de
la época que era un gran hospital, así lo indica uno de la reina Juana fechado en 1509, dos años
después de que un incendio lo hubiera destruido, el 25 de diciembre de
1507. Para reconstruirlo, Don Atanasio
de Ayala, hijo del Conde de Salvatierra,
patrón del hospital como sucesor de los fundadores, lo traspasó al Concejo de
Vitoria en 1535, recibiendo a cambio mil seiscientos ducados de oro. Con ello
se aceleró la reconstrucción del mismo, iniciada en 1537 y terminada en
1556. Poco después se agregaba al
Hospital de Santiago de los Incurables de Roma y cambiaba de nombre de Nuestra
Señora del Cabello por el de Santiago de la Plaza. El hospital tenía una iglesia anexa y dos salas, una
para cada sexo, con veinte camas cada una. Posteriormente hubo una ampliación,
habilitando una sala más. Estas salas estaban en el piso superior, ya que el inferior estaba ocupado por diez graneros,
que se alquilaban.
Este hospital de Santiago, al
quedarse pequeño, fue desplazado de su
ubicación, siendo reconstruido en 1804 en el lugar actual, en unos terrenos
conocidos como “Ollaciega“.
Había en Vitoria otros dos
hospitales dentro del recinto urbano,
situados ambos al flanco de Poniente del
núcleo medieval. Uno en la Herrería , a espaldas de
la capilla mayor de la iglesia de San Pedro, fundado en el siglo XIV por Garci
Martínez de Estella, que testó en 1396 y su esposa Pascuala Díaz de Ayala; fue
reedificado en 1502 por otro Garci Martínez de Estella y se le llamaba el Hospital
de San Pedro. En principio acogía a pobres, posteriormente a viudas pobres
y honestas. Por eso también se le conocía como
“Hospital de las Viudas“. En 1502, el edificio contaba con tres pisos,
desván y patio interior. Contaba entre
doce y catorce camas. Aparte de la entrada
en la Herrería ,
frente a San pedro, tuvo otro acceso desde la calle Zapatería. Desapareció en
1864, ya que hacía tiempo que estaba denunciado por el Ayuntamiento por su
estado ruinoso.
Otro hospital, el de San
José, datado en 1514, se encontraba también en la calle Herrería (tercera
vecindad); llevaba el título de Hospital de Belcha, sobrenombre de su fundador
Pedro Ochoa de Lepazaran, que lo había fundado junto a su esposa María Martínez de Urréjola. Tenía según el Padre
Vitoria, “seis camas buenas para peregrinos y viandantes“. Posteriormente sirvió como vivienda de mujeres pobres. Se
incorporó a la Casa de Piedad en 1784.
También existió de forma
circunstancial, en épocas de epidemias, un
pequeño hospital en Olárizu, junto a la ermita de Santa María de
Olárizu, siglos XVI y XVII.
A partir del incendio y
destrucción del hospital de Nuestra
Señora del Cabello en 1507, los enfermos, peregrinos y pobres fueron atendidos
en un hospital habilitado al efecto, en un lugar conocido como de las
adoberías, pegado al portal de Barreras. Entonces se le conoció como “ Casa
de las Adoverías “. Sirvió como hospital durante cincuenta años, hasta la
finalización de las obras de construcción del nuevo hospital de Santiago, que
sustituyó al del Cabello.
Para saber más:
"Álava medieval" Gonzalo Martínez Edit. Dip. F. de Álava 1974
"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"Vitoria medieval" Varios Edit. Exc. Ayunt. de Vitoria 1993
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.)Edit. La esfera de los libros. 2002
"Historia civil de Álava" J.J. Landázuri Edit. Gran Encicl. Vasca 1973
"Historia de Álava" A. Rivera (direct.) Edit. Nerea S.A. 2003
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
Vitoria - Gasteiz en el ARTE. Varios. Edit. Gobierno Vasco, Dip. Álava y Ayuntam. Vitoria - Gasteiz. 1997
Summa Artis/Gótico. José Pijuán Edit. Espasa Calpe S.A. 2004
El Gótico. Rolf Toman. Edit. Könemann 1998
www. Wilkipedia/Gótico
La historia del Arte. E.H. Gombrich Edit. Phaidon Press Limited 1995
Vitoria gótica. Micaela Portilla Edit. Ayuntamiento Vitoria - Gasteiz 1985 Santa María "La nueva Catedral Vieja" Patxi Zubizarreta Edit. Dip. Foral de Álava
"Hospitales, peregrinos y... otras cosas" Peli Martín Latorre Edit. Ayuntamiento de Vitoria - Gasteiz 1996
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