jueves, 10 de noviembre de 2011

Historia de Vitoria -Gasteiz 15º capítulo


                            CAPÍTULO DECIMOQUINTO


LA PROSPERIDAD DE LOS SIGLOS XV -XVI - TÍTULO DE CIUDAD



   Como se ha visto en otros apartados,  en siglos  anteriores, los reyes castellanos favorecieron con su política el crecimiento de la villa, haciendo que Victoria sacase partido de su situación estratégica en el camino Castilla - puertos del Cantábrico -Europa.


   Ya en el s. XV, el veinte de noviembre de 1431, en Medina del Campo, Valladolid, el rey Juan II, a petición del Concejo, oficiales y regidores de Victoria, le otorgó el privilegio de CIUDAD . Parece ser que también influyó en la decisión el hijo de Victoria, Juan Martínez de Vitoria, que ejercía la mayordomía de dicho monarca. Victoria contaba, entre otras,  con una de las condiciones que figuraban en el Código de las Partidas de Alfonso X  “El Sabio“ para ser nombrada ciudad, que era que estuviera amurallada.



 Modesta calle dedicada por Vitoria - Gasteiz al rey que le dio el título de CIUDAD, Juan II
Está situada entre las de Los Herrán y José Mardones.


    En 1466, Enrique IV creó un mercado franco para que se celebrase todos los jueves del año, al que se le otorgan exenciones de alcabalas y portazgos y que bajo diferentes formas e intensidad ha llegado hasta nuestros días. En 1475, concedió otra feria franca que duraría quince días a partir del lunes siguiente a la fiesta del Corpus.


  Plaza de las Brullerías. Esta plaza supone para la Vitoria - Gasteiz actual un viaje a la Edad Media                                                                          Dibujo de Iñaki Garaluce


   En esta época, caracterizada por un largo enfrentamiento entre dos sociedades :  la urbana representada por las villas, frente a la rural dominada por los señores de la tierra, los reyes apoyaron a las villas mediante concesiones de todo tipo, como parte de su estrategia para debilitar el poder señorial de los nobles.


      En 1466, el rey Enrique IV le concedió  a la Ciudad el título de LEAL mediante una cédula fechada el 20 de febrero de dicho año, y diez años más tarde,  Fernando El Católico lo ratificó con el de  MUY  NOBLE Y   MUY  LEAL.
                                    
    En 1484, los Reyes Católicos dispusieron la alternancia semanal del mercado celebrado los jueves,  en lo que es actualmente la plaza de la Virgen Blanca con su celebración  frente a la entrada a las calles Cuchillería, Pintorería y la Alhama  judía, ante la insistente petición hecha por los vecinos de dichas calles. La misma disposición sirvió para  la anual feria de junio.


   Por otra parte el Concejo de Victoria para atraer nuevos vecinos, entregaba noventa maravedíes a quien levantara una casa en la villa.


   A partir del último tercio del siglo XV, sobre todo tras solventar las diferencias entre los Ayalas y los Callejas, se produjo un aumento sustancial de población, lo que llevó  a que a finales de dicho siglo la recuperación fuera  total.


    Según una bula de Alejandro VI, de octubre de 1496, Victoria tendría algo más de mil casas lo que supone una población cercana a los cinco mil habitantes. Esta bula fue la de autorización para el paso de Armentia a Santa María la Iglesia  Colegial.  (Colegiata)


   Sin embargo estos acontecimientos y el consiguiente desarrollo económico, no afectaron al crecimiento urbano de Victoria, debido por una parte a que el aumento demográfico que se produjo a mediados del siglo XV no fue suficiente para originar una ampliación de la ciudad y por otra el efecto disuasorio de las murallas que la rodeaban. En lo que sí se notó fue en su fisonomía interna, sobre todo en el siglo XVI, al mejorarse las viviendas antiguas y aparecer edificios símbolo de esta nueva riqueza: LOS PALACIOS.



ANOTACIONES :


   Alcabala : Palabra de origen árabe con la que se designa un impuesto medieval que gravaba la compraventa.

   Portazgo : Gravaba el tránsito de personas, animales o mercancías al pasar por las puertas de entrada a una población.


 La ciudad de Vitoria con su doble línea de muralla.
(Dibujo inspirado en los de Andrés Apellániz y Javier Sancho)


   LAS MURALLAS DE VITORIA

    
     Hemos comentado en el capítulo anterior, que Juan II concedió a Vitoria el título de ciudad en 1431 y que una condición para ello, era que la villa aspirante tuviera muralla. Vitoria cumplía con creces esta condición, ya que tenía una doble muralla. A lo largo de los capítulos vistos, se ha ido citando los momentos en que se iban creando los distintos lienzos que la formaban, ahora es el momento de verlo todo en conjunto.
     Las murallas de Vitoria se crearon en varias fases. 
    La primera línea de muralla surgió ya en la vieja aldea de Gasteiz en lo alto de la colina que la alojaba. Esta muralla ya existía cuando Sancho El Sabio de Navarra fundó la villa de Victoria en 1181 sobre la antigua Gasteiz, se cree que fue construida hacia el final del siglo XI o principios del XII, es decir años antes  de la fundación de la villa. Fray Juan de Vitoria dice de esta primera muralla, que tenía forma de huevo y navío, con proa  y popa. La popa sería la iglesia - fortaleza de Santa María. La proa el castillo y ermita de San Vicente. Estos dos edificios estarían unidos por los lienzos de muralla con sus correspondientes torreones, hasta 24 según algunos autores,  y adarve (pasos de ronda).  Tendría varios portales, con cambios al pasar el tiempo. En principio seis, uno abierto en el lado este de la cerca alta, tres hacia el este, uno al norte: el portal de Arriaga, junto a la iglesia fortaleza de Santa María y otro al sur el portal de San Bartolomé, situado  entre el castillo - iglesia de San Vicente y la iglesia juradera se San Miguel. Parte de esta primera  muralla, en su flanco oeste, es la que se está recuperando y restaurando, para el disfrute de los vitorianos y vitorianas actuales y de las personas que nos visitan. 
    Esta primera muralla tenía cerca de mil metros de extensión y ocho metros de altura. La cimentación estaba formada  por lajas de margosa local y piedra calcarenita de Olárizu. Estaban dispuestas en forma de opus spicatum (espina de pez) con tres hiladas de altura.


                                                  Ejemplo de opus spicatum

Los alzados con aparejo de doble hoja de mampuestos retallados de calcarenita, colocadas en hiladas regulares. Los interiores fueron reforzados con cascotes y mortero. Los esquinales de torreones y el dovelaje de las puertas se realizaron con sillería. La piedra parece que era de la cantera de Ajarte, lumaquela blanca. El grosor de los muros es de 1´60 en las cimentaciones y 1´40 en los alzados.           Posteriormente, en tiempos de Sancho VI de Navarra, se engrosaron hasta los dos metros, para adaptarse a la resistencia ante la nueva maquinaria de guerra, los trabuquetes (especie de catapultas). tenía a su vez un foso paralelo al lienzo de muralla de 8´25 m de abertura en la parte superior y 4´90 en su base. Otro foso de menor tamaño completaba el sistema defensivo de Gasteiz.

Se desconoce la autoría de esta primera muralla. Se especula con el Conde Don Vela, primer Ayala, así lo indica un sucesor suyo. Pudo ser en tiempos de Alfonso I "El Batallador", rey de Aragón y Navarra.



                                                       La muralla alta



                    Muralla tras el palacio de Escoriaza - Esquibel



                                        En la imagen se aprecia una de las torres de la muralla




                                                   La muralla junto a la iglesia de San Miguel



                       Muralla junto a San Miguel por su parte exterior

     La segunda muralla surge hacia el año 1203, primero se erige en el lado oeste de la colina y en su parte baja (Yuso), cuando tras un incendio de la naciente Victoria en 1202, Alfonso VIII de Castilla, reconstruye la parte quemada (Villa Suso) en lo alto de la colina y dispone que se amplíe la villa de Victoria por el lado oeste de la colina con la construcción de tres nuevas calles. Estas calles son las actuales de Correría, Zapatería y Herrería,  señaladas de arriba abajo de la colina.  Se construye también una iglesia. San Pedro. Para mejor defender esta nueva parte de Victoria, se construye un nuevo lienzo de muralla que abraza por el exterior a estas nuevas calles. Una circunstancia del terreno ayudará a defender Vitoria. Esta nueva muralla está ubicada junto a un río, el Zapardiel que hace de foso o  barrera natural.  Cuatro portales se abrían en la muralla, el de San Roque, el de San Pedro o de La Soledad, el de Anorbín, que se cerraba en el Portal Oscuro y el de Aldabe, actualmente de las Carnicerías.
     Unos años más tarde, 1256, el rey Alfonso X "El Sabio" de Castilla, amplía Victoria por su ladera este. Son las calles Cuchillería, Pintorería y la que ocuparía el barrio judío, actual calle Nueva Dentro (de la muralla).  Se levantó una nueva iglesia, San Ildefonso, para atender la espiritualidad de estos nuevos vecinos que ocuparon estas calles, iglesia  desaparecida durante la primera Guerra Carlista. Este nuevo conjunto urbano fue rodeado por una nueva línea de muralla, la muralla baja - este. Ésta se abriría por dos portales, el de Francia y el del Rey o de Navarra. De este modo se cerraba el anillo bajo, las Cercas Bajas. Además Alfonso X, ordenó construir un foso que rodeara esta nueva muralla. (Para que valiesse más e fuese más abundada) Para ello concedió a Romero Martínez de Vitoria, la posibilidad de construir y aprovechar cuantos molinos quisiera en el nuevo cauce,  a cambio de construirlo. Para ello Romero Martínez de Vitoria hizo una traída de aguas desde Mendiola y Olárizu, el cauce de los Molinos, hasta el flanco de la nueva muralla. Así este lado de la muralla también tenía un foso con agua, aunque fuera artificial. Como curiosidad, indicaremos que con esta ampliación, quedó en el interior de este nuevo barrio,  una torre defensiva que ya existía, perteneciente a los Gaona o Gauna. Actualmente se puede ver esta torre en la calle Cuchillería, en el interior de la casa - palacio  del Cordón que la abraza.
     Con esta actuación de Alfonso X, la villa de Victoria, luego llamada Vitoria, tendría dos líneas de muralla, una en lo alto, la primera, la que protegía la Villa de Suso, y otra en la parte baja de la villa, la Villa de Yuso. Esta segunda  línea serían la Cercas Bajas. La colina sobre la que se asentaba la vieja Vitoria, colina en forma de almendra, quedaba doblemente protegida.
     Las murallas tenían varias funciones, las más importantes eran las defensivas como hemos dicho y  por otro lado las recaudatorias, ya que para entrar mercancías en la villa era necesario pagar un impuesto, el  "portazgo". Otras funciones: jurídicas (fueros de la ciudad), para crear una unidad y con ello sentido de pertenencia a una comunidad,  proteger de los vientos...
      Los nobles alaveses que se fueron asentando en Vitoria, procuraron construir sus casa torre junto a los portales de entrada, con el fin de controlarlos. Esto sucedió sobre todo en el periodo llamado como de Guerra de Banderías, siglos XIV y XV. Para evitar eso, Pedro I dispuso en 1351, que las llaves de las puertas estuvieran en manos de vecinos u oficiales del Ayuntamiento, no en las manos de prelados, ricos hombres, ni poderosos, que pudieran hacerse fuertes en la muralla o dejar a la ciudad desprotegida  a su conveniencia.
     Las puertas de la muralla se cerraban al anochecer. Antes de ello, para avisar a los vecinos que estaban en el exterior,  se tocaban varios toques de trompeta, la "retreta". Actualmente se recuerda este hecho el 27 de abril, víspera de la fiesta del patrón de Álava, San Prudencio.
     Entre las disposiciones que hacían referencia a las murallas estaban  las de que no se podía construir a menos de  quince pies.(Unos 4´17 m. Un pie castellano  = 0 ' 2786 m) Esta condición parece que se mantuvo hasta finales del siglo XV, que es cuando la muralla pierde su función defensiva, tras el Capitulado de Fernando El Católico. Quedaría la función de filtro para recaudar impuestos. A partir de esa época es cuando se empiezan a construir casas adosadas a las murallas, o a abrirse ventanas o puertas en ellas.
     Existen en los archivos numerosas peticiones de vecinos dirigidas al Ayuntamiento en ese sentido. Como ejemplo de ello, nos fijaremos en una de las más importantes, tal vez, la que hizo la familia de los Salinas. Martín de Salinas era embajador del rey de Romanos y de Hungría, Don Fernando, hermano del Emperador Carlos I. Se consideraban los Salinas benefactores de la Ciudad y además dada su categoría querían construir un palacio adecuado a su rango. Para ello se fijaron en un solar situado en la parte sur de lo alto de la colina (Villa Suso). Este solar, junto a la iglesia de San Miguel y cerca de San Vicente,  daba en un lateral a un trozo de la muralla alta, junto a la puerta de San Bartolomé. Dicho solar había sido comprado por el Ayuntamiento a  Atanasio de Ayala, heredero del comunero Pedro de Ayala, Conde de Salvatierra.
     En 1538, en sesión celebrada el 21 de junio, el Ayuntamiento trata sobre la petición de los Salinas para que se le conceda el solar citado, con el fin de construir un palacio. En el Ayuntamiento hubo algunos recelos para conceder la petición, pero por fin se otorgó con las siguientes condiciones:
    - Dejar libre la calzada desde el templo hasta la puerta de San Bartolomé.
    - Las paredes en la zona de muralla debían ser de cal y canto y del mismo grosor del muro de Villa Suso, sin que pudieran hacer puerta alguna.
   - La puerta del palacio se abriría arriba, en la Villa de Suso, hacia el interior de esta parte de la ciudad, dejando libre la puerta de San Bartolomé.
   - Se le prohíbe abrir ventanas en las paredes bajas, aunque sí se le permite en la parte alta, pero con la condición de cerrarlas si conviniera a la defensa de la Ciudad. La altura del edificio no debía superar un palmo la de la muralla de la ciudad, que debería quedar libre para andar por ella. Además se le exige el compromiso de que ni él, Martín de Salinas, ni sus herederos, solicitasen al rey ni al Ayuntamiento permiso para alterar dichas condiciones.
     Como este caso citado se dieron muchos más, hasta tal punto que el rey Felipe III, en el año 1609, recuerda a Vitoria que la ciudad está cerca de la frontera con Francia por lo que no conviene debilitar en exceso la muralla. Para ello prohíbe la apertura de ventanas en la muralla.  
      Otras disposiciones estaban destinadas a recordar el mantenimiento en buen estado de las murallas. Éstas eran de titularidad real, pero el mantenimiento era compartido entre el monarca y el Concejo vitoriano.

     Gran parte del trazado de la muralla  fue desapareciendo  a lo largo del siglo XVIII y principios del XIX. La muralla baja actualmente está totalmente desaparecida, Al realizar obras en las casas construidas sobre ella, aparecen restos de los arranques de ella. Es de la primera muralla, la del alto de Villa Suso, sobre todo en su lado oeste, de la que se conserva todavía parte de su lienzo, y que actualmente se está poniendo en valor.




UNIÓN DE VITORIA CON ÁLAVA             

   Parece que fue en el reinado de Juan II, entre los años 1444 y 1454, cuando Victoria se unió a la Provincia de Álava.


    El peso de Victoria sobre la provincia fue tal, que a finales de siglo, los reyes en su correspondencia oficial se referían a: “ La provincia de la ciudad de Victoria “


    Siglos más tarde, en 1833,  Vitoria fue nombrada capital de Álava.


Para saber más:

"Álava medieval" Gonzalo Martínez Edit. Dip. F. de Álava 1974
"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"Vitoria medieval" Varios Edit. Exc. Ayunt. de Vitoria 1993
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.)Edit. La esfera de los libros. 2002
"Historia civil de Álava" J.J. Landázuri Edit. Gran Encicl. Vasca 1973
"Historia de Álava" A. Rivera (direct.) Edit. Nerea S.A. 2003
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
"Arquitectura doméstica de la Llanada de Álava, siglos XVI, XVII y XVIII" Ana de Begoña Edit. Dip. Foral de Álava. 1986
"Arqueología e Historia de una ciudad"    A. Azkarate, J. L. Solaun  Edit, Universidad del P. Vasco 2013




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