lunes, 4 de abril de 2011

Historia de Vitoria - Gasteiz 8º capítulo



CAPÍTULO OCTAVO

ASEDIO A LA VILLA DE VICTORIA
EL REINO DE CASTILLA


(Victoria castellana)


     Sancho “El Sabio“, rey de Navarra, falleció en 1194; le sucedió su hijo Sancho VII "El Fuerte“, parece ser que éste medía entre 2´22 y 2´32 metros. Pronto se reiniciaron los enfrentamientos entre Navarra y Castilla. Así en 1195 Sancho el Fuerte atacó la Rioja y las tierras de Soria y Almazán. Alfonso II de Aragón intervino como mediador y se logró la paz en marzo de 1196.

     Esta paz no duró mucho, el 31 de agosto de 1199, el rey castellano, Alfonso VIII, tras pasar la frontera establecida en el Zadorra, puso asedio a Victoria con el propósito de conquistarla sin destruirla, ya que la consideraba como una villa estratégica en su papel de control de fronteras y mercados. Mientras Alfonso VIII siguió la campaña bélica en Guipúzcoa, dejó al señor de Vizcaya Diego López de Haro II al frente del asedio. Los nobles alaveses, celosos de Victoria no colaboraron en su defensa. La defensa de Victoria fue dirigida por Pedro Ramírez (Últimamente, la dirección de la defensa de Victoria se atribuye a Martín Ttipia, militar navarro.) Alfonso VIII de Castilla había aprovechado para realizar estas conquistas, un viaje de Sancho VII “El Fuerte“ de Navarra a Al Andalus, a Sevilla, con el fin de concertar pactos con los musulmanes almohades, concretamente con el califa Al-Nasir. Sancho VII se sentía amenazado por los reinos de Aragón y de Castilla, que formaban una especie de tenaza contra él. Otras crónicas relatan que Sancho de Navarra fue llamado por el rey de Tremecén para que le ayudase en sus guerras contra el rey de Túnez. Incluso llegó el rumor de que el rey navarro había muerto en aquellas tierras.
     Volviendo a los hechos bélicos, vemos que después de meses de asedio a la villa de Victoria y ante la imposibilidad de seguir resistiendo a causa del hambre y otras necesidades, los vitorianos enviaron una delegación ante el rey Sancho el Fuerte de Navarra, su señor, solicitando su licencia para entregarse al rey castellano. Parece ser que fueron apoyados en su petición por el Obispo de Pamplona Don García.
     Concedido el permiso por el rey navarro, los vitorianos entregaron la villa al rey Alfonso VIII de Castilla, en los primeros días de enero de 1200. El rey castellano además de Victoria, conquistó la Llanada alavesa, casi toda la Montaña alavesa (Campezo), además de San Sebastián, Hondarribia y otras zonas de Guipúzcoa ya que quería unir Castilla con los territorios franceses de Aquitania donde tenía intereses familiares.

                              Asedio a una ciudad medieval

     Alfonso VIII de este modo abría rutas comerciales terrestres hacia Europa, sin tener que pasar por Navarra. Victoria quedaba así en punto estratégico en el recorrido comercial de Castilla. La mayoría de la Rioja alavesa, así como la comarca de Bernedo siguió en el reino de Navarra hasta finales del siglo XV. Portilla y el condado de Treviño pasarían al reino de Castilla en 1201 al ser intercambiados a Navarra por Inzura y Miranda de Arga.
     Carlos, príncipe de Viana, en su Crónica de los reyes de Navarra, nos hace ver cómo fue la resistencia de los vitorianos: “e como quiera que Vitoria tobieron sitiada cerca de un año, e otras villas e castillos, e ficieron todo su esfuerzo de se defender, pero finalment mas non pudiendo facer, hobieronse de render por fuerza; e ansí tomaron la tierra de Álava e la de Guipúzcoa injustament“
     Otra narración de los hechos la encontramos en la Estoria Gótica de Clavería: "El rey don Alfonso cercó Victoria gran tiempo, et fueron buenos e leales; el obispo don García de Pamplona, envió letras al rey de Navarra, que Victoria non avie socorro et non fincaua por ellos, que oviese ende pesar; el envío les dezir que se diesen al rey don Alfonso, et así fue, que ya todos mueren de fanbre, et comien unos a otros. Estonz prisó Ibida, Álava, Guipúzcoa con todos sus castiellos et sus fortalezas, sino Treviño, que pues la ovo por camio de Incayre, et Miranda de Portiello; et gannó Sant Sebastián et Fuenterravía, et Ceguitaghy et As - lucca, Athaun, Iruatta et San Vicent.
     Otras crónicas cuentan que Alfonso VIII entró en Victoria "muy en paz, y tan pagado de la fidelidad y gallarda defensa de los vitorianos que, lejos de empezar a oprimirles con ásperas imposiciones, premió su mérito con insignes gracias y privilegios".
     Al volver Sancho "El Fuerte" de su viaje, se encontró con la pérdida de territorios y con la amenaza de excomunión por parte del Papa Celestino III, por pactar con los musulmanes.
Desde esas fechas, a excepción del periodo entre 1368 y 1373 que estuvo de nuevo unida a Navarra, Victoria se mantuvo en la órbita de la Corona de Castilla.




Alfonso VIII de Castilla y Leonor de Plantagenet




LAS EXPANSIONES DE LA VILLA


 (Nacimiento de la ciudad comercial)

     No solamente Victoria pasa en esa época a Castilla, sino que lo hacen también parte de Álava y de Guipúzcoa, con lo que Castilla consigue así un territorio propio para salir al mar o llegar a Francia, porque la frontera entre los dos reinos no va a estar ya en el Ebro ni a lo largo del Zadorra sino al este, en los montes de Navarra. Esto hará aumentar el tránsito y el comercio en la dirección de sur a norte, de Castilla a Europa.

     El enlace con Guipúzcoa y los puertos del Cantábrico se hacía a través del túnel de San Adrián. También una de las rutas del Camino de Santiago pasaba por Victoria.
     En este contexto, poco a poco la villa va dejando su carácter meramente defensivo para pasar a tener otro de tipo artesano y comercial. Pronto se vio que el primitivo enclave formado por tres calles resultaba insuficiente y hubo que proceder a ampliarlo ante la llegada de nuevos pobladores atraídos por la nueva orientación que estaba adquiriendo la villa, así como por las ventajas que ofrecía el Fuero de Población al ser una villa de " realengo ". En dicho fuero se señalaba que la mitad de las heredades serían para los nuevos pobladores.
Estos nuevos vecinos procederían de la Llanada y de zonas limítrofes como : Navarra, Guipúzcoa, Vizcaya, Castilla... Es probable que también llegaran pobladores francos. La villa próxima, Villafranca, parece que quedó casi despoblada en esa época.
Esta ampliación se realizó en dos fases.



PRIMERA AMPLIACIÓN

     En 1202, una noche de Jueves Santo, un incendio destruyó totalmente la primitiva villa, ya que la madera y el adobe eran los elementos básicos de construcción. Probablemente murieron muchos hombres y mujeres. La autoría de este incendio fue atribuida a los próximos vecinos de la aldea de Abendaño. Parece ser que los vitorianos habían destruido anteriormente la citada aldea y que como revancha los de Abendaño incendiaron Victoria.

     El rey castellano Alfonso VIII, tras confirmar y ampliar el Fuero de Población dado a Victoria por Sancho el Sabio de Navarra, ordena reconstruir la villa y autoriza la primera ampliación hacia la ladera oeste, creándose las calles gremiales de Correría o Pellejería, Zapatería y Herrería. Estas calles estaban cruzadas transversalmente por cuatro cantones que terminaban abriendo cuatro portales en la muralla: de San Roque, el de San Pedro o de la Soledad, el de Anorbín, que se cerraba en el Portal Oscuro y el de Aldave, actualmente de las Carnicerías. Se cerraba con una muralla, junto al río Zapardiel que hacía de foso natural. Junto a dicha muralla se construyó la parroquia de San Pedro, con un primer edificio más antiguo y más pequeño que el actual. Los pies de la iglesia formaban parte de la muralla.
   Este primer ensanche medieval contribuyó al paso de una villa con fuerte definición militar o bastida a otra eminentemente comercial. Se beneficiaba Vitoria de su estratégica situación geográfica. Ya utilizada por la calzada  romana  que iba de Burdeos a Astorga y que en es época medieval era una de las rutas que llevaban a Santiago de Compostela. Vitoria también estaba situada  en el Camino Real que conducía a Francia. La calle Herrería se convirtió, debido a su situación inferior en las curvas de nivel de la colina, en la principal vía de tráfico de los carruajes que llevaban mercancías y personas desde Castilla a Francia y viceversa.
     Según la tradición, Alfonso VIII de Castilla prometió cumplir y mantener los Fueros y franquicias de Victoria mientras las aguas del río Zadorra corrieran hacia el Ebro.
     Todos los años, el día de San Juan, 24 de junio, la Corporación municipal acompañada por el pueblo vitoriano, se acercaba a las riberas del río Zadorra y el alcalde arrojaba una carta al agua, que al ser llevada por la corriente, confirmaba virtualmente el mantenimiento de los fueros de Vitoria. Este acto se celebró hasta 1841, cuando tras la Primera Guerra Carlista, el  Ayuntamiento vitoriano se regía ya por el sistema general del Estado español.


Primera amplación de la villa de Victoria



LA LEYENDA DE LAS BERZAS

     Existe una leyenda que pudiera tener relación con el citado incendio de la primera villa de Victoria. Sabido es que las leyendas son eso, leyendas, pero éstas siempre suelen tener un poso de historia. ¿Por qué se atribuye a los vecinos de Abendaño el incendio de Victoria? ¿ Cuál fue el motivo de tal tropelía? Conozcamos la “Leyenda de las berzas“ y tal vez tengamos las respuestas.

     Al decir de Floranes unos caballeros llamados Abendaños, residentes en la aldea de ese nombre, enclavada a orillas del río llamado también Abendaño, y en el lugar donde existe todavía la iglesia de San Martín, trataron de imponer a los de Victoria las mismas gabelas que hacían pesar sobre sus vasallos y collazos, fundando tal pretensión en la circunstancia de haber sido construida Victoria en terrenos de su propiedad.
     No debía de estar muy claro este alegato del dominio territorial, cuando los vitorianos se negaban a someterse a las exigencias de aquellos ya que eran una villa real, no dependiente de nobles. Y así, creyendo ambos tener razón y seguir cada uno en su posición, se creó entre ambos pueblos, Victoria y Abendaño, una enemistad muy grande, exacerbada con la persecución de que a finales del siglo XII, hicieron objeto los Abendaño a los vitorianos, y que llegó a adquirir proporciones tales que, según Lope García Salazar, citado por Floranes: Los del Concejo de Victoria se fueron a querellar al rey de Navarra, su señor, y lo hallaron en una huerta junto con otros señores. El rey navarro Sancho El Fuerte tras conocer las demandas de los vitorianos, tomo una espada y cortó con ella más de diez cabezas y les dijo después: “- Vos los de Victoria mirad, a los que os fustigan debierais hacer como yo he hecho con estas berzas”.




Sancho "El Fuerte" dando "consejos" a los vitorianos.

     Parece ser que los de Victoria tomaron al pie de la letra el consejo real, y tras volver a la villa, se levantaron una noche y se fueron sobre aquellos caballeros de Abendaño... que estaban descuidados y los mataron a todos con sus hijos y con sus mujeres y con toda su generación excepto a Pedro Ortiz de Avendaño, entonces una criatura de dos años y su nodriza que pudieron escapar de la matanza refugiándose en Arratia.
     Hasta aquí son los hechos relatados por la leyenda, pero a partir de ella podemos tal vez intuir posibles hechos históricos. Puede ser que el ataque a Abendaño existió, aun sin consejo real. Este ataque a los señores de Abendaño pudo afectar a los lugareños de la aldea de Abendaño que acudirían en defensa de sus amos, resultando de ello numerosas bajas entre la población. Posteriormente los supervivientes pudieron tomarse la revancha incendiando en la noche de Jueves Santo de 1202 la villa de Victoria. ¿Dónde acaba la leyenda y comienza la historia...?

Para saber más:

"Álava medieval" Gonzalo Martínez Edit. Dip. F. de Álava 1974

"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"Vitoria medieval" Varios Edit. Exc. Ayunt. de Vitoria 1993
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.)Edit. La esfera de los libros. 2002
"Historia civil de Álava" J.J. Landázuri Edit. Gran Encicl. Vasca 1973
"Historia de Álava" A. Rivera (direct.) Edit. Nerea S.A. 2003
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
"Arqueología e Historia  de una ciudad"  Agustín Azkarate y otros. Edit. Univ. País Vasco 2013
"Vitoria: Transformación y cambio de un espacio urbano"  Manuel Antonio Zárate.  Boletín de la Institución Sancho El Sabio año XXV - Tomo XXV - 1981


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