CAPÍTULO TREINTA Y OCHO
Aunque el
estallido de la contienda fue gestado en toda España por las fuerzas conservadoras, que acusaban a la República de llevar al
País hacia el comunismo y el ateísmo, Vitoria y Álava, sus
fuerzas vivas: sectores conservadores y sobre todo carlistas contribuyeron a
ello. (La conspiración
carlista tuvo su sede en Navarra y Álava)
Pero esa
animadversión contra el Gobierno de la República por su laicismo, no sólo fue cosa de las elites conservadoras, sino también de
jóvenes de clase media, habitantes de las zonas rurales, miembros del catolicismo militante, etc., entre los
que los valores de orden y la interpretación de
la vida circunscrita a lo religioso, dominaban sobre los de libertad y
laicidad. Se veían agredidos en su identidad por la quema de conventos, expulsiones de obispos, eliminación de crucifijos en
las escuelas, etc.
Vitoria
y toda la provincia de Álava tuvo ya noticias el viernes 17 de julio de
1936, de que las tropas se habían sublevado
en Marruecos contra la
República. Los sectores republicanos de la Ciudad pidieron al
Gobernador Civil medidas drásticas en defensa de la República. Había
noticias de la insurrección en algunos puntos de la provincia y se
habían cortado las comunicaciones telefónicas. Sin embargo el Gobernador, Navarro Vives (de Izquierda Republicana) no estimó conveniente tomar medidas en ese sentido, a pesar
de tener a sus órdenes a la
Guardia Civil y milicias nacionalistas y republicanas, optó por
tratar de tranquilizar a la ciudadanía con un comunicado público, negándose a entregar armas a las milicias. El
PNV dispuso de un grupo de
doscientos o trescientos hombres dispuestos a tomar las armas aquella noche. Los republicanos también esperaban que se
les proporcionase armas.
Mientras
el alcalde en funciones, Tomás Alfaro, creyó más conveniente renunciar a
cualquier resistencia en aras de cierta concordia de la comunidad y para evitar
derramamiento de sangre. Sin embargo, los carlistas alaveses y su organización
paramilitar el Requeté se movilizaron por toda la Provincia durante el día siguiente, sábado 18. (Su jefe, el comandante retirado Luis Rabanera se había refugiado en el cuartel de Flandes, por seguridad y para coordinar la
colaboración ejército - carlistas). También se movilizaron los falangistas y seguidores de la CEDA , en menor medida,
colaborando con el ejército en la toma de la Ciudad.
Tomás Alfaro Fournier, alcalde en funciones
La mayor
parte de las autoridades republicanas se reunieron en el Gobierno Civil, que estaba junto a la Florida.
Edificio donde estaba situado el Gobierno Civil
La orden
de levantamiento del carlismo contra la República llegó a Álava a través de Eustaquio
Echave - Susaeta y fue trasmitida por Luis
Rabanera a los carlistas alaveses.
El
teniente coronel Camilo Alonso Vega, jefe del Batallón de Infantería de montaña
Flandes y alma de la preparación de la
insurrección en Vitoria, de acuerdo con José Luis Oriol, tras algunos titubeos de algún cuartel, coordinó la sublevación
de la guarnición vitoriana, reclamó la
presencia en los cuarteles de todos los oficiales. Para ello envió soldados
(asistentes) a sus casas que además les
sirvieron de escolta. Los oficiales debieron
llevar su pistola cargada y dispuesta. A las 9 de la mañana del día 19 declaró
el estado de guerra. Esos titubeos
citados, fueron debidos a que la oficialidad del Regimiento de Artillería y la de Flandes eran en principio partidarios
de la República ,
sin embargo el Regimiento de caballería Numancia tenía un mando
claramente antirrepublicano. Camilo Alonso
tuvo un incidente con su comandante mayor Ramón Saleta Goya en el cuarto de banderas. José Luis Oriol se había
entrevistado días antes con el
general Mola y con Camilo Alonso Vega.
La actividad ciudadana ofreció una
relativa normalidad, ese sábado, 18 de julio, por ejemplo los vitorianos pudieron asistir a los diversos
espectáculos programados. El Nuevo Teatro
ofreció la obra de Jardiel Poncela "Mi hermana Concha" interpretada
por la Compañía
de Carmen Díez y Manuel Luna, en el Príncipe las películas "El vaquero
millonario" y "Contra
el imperio del crimen", en el
Ideal Cinema "El caso del perro aullador" y "La alegre mentira". Así mismo hubo una sesión de boxeo en la Sala de Muñoz, en la que la selección de Álava derrotó a
la de Vizcaya por tres combates ganados
contra dos. El Nuevo Teatro ofreció el domingo la obra "Morena Clara"
La noche del 18 al 19 fue una
noche inquieta para los vitorianos, fue una noche de escuchar la radio, sobre todo radio Sevilla, desde la cual Queipo de Llano
lanzaba su propaganda, por otro lado oyendo las noticias que llegaban desde
otros puntos, de teléfonos, noche de patrullas callejeras, registros de sedes
de partidos. A las tres de la madrugada de dicha noche la policía registró la sede de Hermandad Alavesa en
busca de armas. Pese a no encontrar nada, se
llevaron detenidas a varias personas. Se encontraban reunidas para preparar la
infraestructura del golpe, en todo lo relativo a autobuses, camiones,
alojamiento para las fuerzas provinciales sublevadas...
Pero
debido a la indecisión de las autoridades civiles, los vitorianos se levantaron
ese domingo, día 19, con un bando
de guerra leído en las calles. Los republicanos se rindieron. La acogida al alzamiento por parte de Vitoria fue tibia,
sin grandes entusiasmos, sobre todo comparándola con lo
que sucedió en la vecina Pamplona. En principio al Gobernador militar, General de Brigada, Ángel García Benítez se le
mantuvo al margen de la conspiración por ser familia de Manuel Azaña, pero
posteriormente le convencieron para que
la apoyara.
El General Germán Gil Yuste, retirado y de
vacaciones en Vitoria, se hacía cargo del Gobierno Civil el día 21, acabando con la huelga general declarada el
día anterior por los sindicatos. El Alzamiento había
triunfado en casi toda la provincia de Álava.
En los
siguientes días se realizaron detenciones y ejecuciones, “paseos”, de personas vinculadas con partidos nacionalistas o republicanos y sindicalistas. Aunque
comparada con otros lugares de España la
represión en Vitoria fue menor, ésta alcanzó a 170 personas, la mitad de la media española. Estos sucesos más que por el número, que también, impactaron en los vitorianos y vitorianas
por ser personas muy conocidas en la ciudad las que fueron "paseadas"
para ser ejecutadas. Entre ellas se
encontraba el Presidente de la Diputación , Teodoro
Olarte Aizpuru, fusilado
el 18 de setiembre de 1936 en el pueblo de Bayas, cerca de Miranda de Ebro, y el
Alcalde de la ciudad, Teodoro González de Zárate, varios concejales y personas destacadas de la
oposición política, republicanos y nacionalistas
fusilados el día 31 de marzo
de 1937 en el puerto de Azáceta. Antes habían estado encarcelados en el convento del Carmen. Otros datos son que a mediados de 1937 había en la
ciudad 4.000 prisioneros y que el funcionariado
fue depurado. Aparte de estos hechos contra las personas, se cerraron los locales de partidos y sindicatos con incautación
de sus bienes.
El Diputado General de Álava, Teodoro Olarte Aizpuru
El Diputado General de Álava, Teodoro Olarte Aizpuru
Teodoro González de Zárate, alcalde de la ciudad
(Acuarela de Carlos Vadillo)
La aportación alavesa a la insurrección militar fue
de 2.051 voluntarios, 465 eran vitorianos.
Más de la mitad de ellos los aportó el carlismo y un tercio eran falangistas. El 26 de julio partió hacia Madrid una expedición de
carlistas.
Todas las instituciones o puestos de relevancia fueron rápidamente
tomados por las fuerzas de derecha: carlistas, católicos,
falangistas, viejos conservadores y muchos independientes
de la antigua Unión Patriótica de Primo de Rivera, así como gentes con intereses
económicos.
Fue
nombrado Presidente de la
Diputación el Teniente Coronel Cándido Fernández Ichaso, Alcalde de Vitoria el Comandante retirado e
industrial Rafael Santaolalla y Gobernador
Civil José María Elizagárate Berrueta, posteriormente Diputado General.
De esta manera
entraba Vitoria en la época más
oscura de la España
reciente. Primero una terrible Guerra Civil y después un régimen autoritario: la
Dictadura de Franco.
Ya meses antes, el 18 de febrero de 1936, dos días
después de que la derecha perdiera
en las urnas el gobierno de España, el conservador diario el Pensamiento Alavés, tras renegar del sistema de sufragio, dejaba
entrever un posible levantamiento militar. Sí llegaba, decían,
sería "porque Dios lo quiere" y
tendría como misión "salvar a España y defender los imprescindibles derechos de la Religión ". Incluso se hablaba en el artículo del hombre providencial y fuerte llamado
a realizarla. Fue una especie de aviso en el que se anunciaba la
disposición de las fuerzas conservadoras y radicales de
derecha a continuar la actividad política por otros medios, llegando
incluso a sugerir el uso de la fuerza.
Por otro lado en otros medios como el semanario
Álava Republicana, se denunciaba en primavera
la existencia de una trama militar en la guarnición de Vitoria.
Durante la guerra, los hechos de armas en relación a
Vitoria, se limitaron a alguna incursión
aérea del ejército republicano, parece que hasta cuatro entre septiembre y diciembre de 1936. como la del 17 de septiembre de 1936. Ese día
sobre las once de la mañana, cinco aviones de la República bombardearon el cuartel del II
regimiento de Artillería de Montaña. los aviones fueron tres Breguet XIX y dos Nieuport 52. Una bomba que cayó en el patio del cuartel
mató a once artilleros y destruyó un cañón antiaéreo. Otra bomba explotó en la calle
La Paz matando a
la dueña del bar “La Sonsierra” Juana Martínez, situado en la manzana de casas frente al cuartel. que
causó algunos daños en los cuarteles, así como la baja de algún civil que circulaba por los alrededores.
Además parece que bombardearon otros lugares estratégicos como la fábrica de Ajuria (La Meta), el Polvorín Viejo, Intendencia e Infantería y otra industrias. La peor parte se la llevo como hemos dicho, los cuarteles de Artillería en la calle La Paz.
Otro ataque sucedió el 20 de septiembre. Lo realizaron dos aviones republicanos sobre los mismos objetivos. Esta vez hubo tres muertos, dos artilleros y una vecina de Judimendi, así como varios heridos.
Calle La Paz. A la derecha, cuarteles. Archivo municipal V.G.
En octubre de 1936, el obispo Mateo Múgica es de
nuevo expulsado de Vitoria, aprovechando que había asistido en Roma a un Congreso Internacional de la Unión Misional del
Clero, ya que era Presidente de dicha
organización en España. El motivo de dicho acto fue al parecer, la tibieza
demostrada por Mateo Múgica ante el nuevo régimen.
Otro hecho notable fue la caída por accidente de un
caza alemán en la Plaza de España. Sucedió el
28 de setiembre de 1936 a las ocho de la mañana. Con motivo de la llegada a
Vitoria de un destacamento de seis aviones alemanes junto a sus correspondientes
pilotos, el 26 de setiembre, las autoridades locales quisieron agasajarlos con una acogida calurosa, que incluyó,
tras el recibimiento en el Ayuntamiento,
una cena en el Círculo Vitoriano a la que acudieron personalidades civiles y
castrenses. Ante este recibimiento y en señal de gratitud, los pilotos
quisieron corresponder con un detalle. Este consistiría en un vuelo bajo de uno de
los aviones que pasaría sobre el
Ayuntamiento con el fin de arrojar un ramo de flores a su paso. Tras pasar los pilotos el domingo descansando y según
algunos "reponiéndose"
de los estragos de las fiestas de homenaje,
el lunes 28, a primera hora y aprovechando unas maniobras que iban a
desarrollar con sus aviones, el piloto elegido, Ekkehard Hefter, se dispuso a realizar la ofrenda prometida. Pero tal
vez por un mal cálculo, exceso de arrojo o por una resaca mal curada... el caso es que al pasar sobre la plaza
de España, según algunas versiones, su tren de aterrizaje tropezó con una de las chimeneas de sus casas,
le hizo perder el dominio de su
aparato y tras rozar con el tejado del antiguo kiosco de la música que había en
medio de la plaza, se estrelló con su
avión biplano Heinkel He 51A contra la esquina noroeste de dicha plaza, causando la muerte a dos personas, así como la
suya propia. Otras fuentes indican que no se supo exactamente las causas del accidente, al parecer las chimeneas de la zona no presentaban daños. Existe una teoría que indica que el choque del avión se produjo con un árbol que existía en los patios del Círculo Vitoriano de la calle Dato, desviando su trayectoria.
Aparte del piloto alemán, el 2° teniente Ekkeherd
Hefter, los fallecidos fueron Antonio
Peral Maza, natural de Arredondo (Santander), de 29 años de edad, casado, de profesión lechero y domiciliado
en la calle Correría n° 153, así como Vicente López de Lacalle Erauskin,
natural de Maeztu, de 20 años de edad, soltero, de profesión herrero y con domicilio en la calle Herrería n° 50. Los dos
primeros murieron al instante de la colisión y el tercero en el Hospital Civil
de Santiago cuatro horas más tarde. Se
dice que se intentó echar las culpas al Ejército republicano, tapando con
pintura roja los símbolos alemanes de
los restos del avión, pero no cuajó la
argucia. El piloto Hefter pudo ser
el primer aviador alemán muerto en España, aunque en esta ocasión no fuera en combate.
Imagen del incendio producido tras la caída del avión alemán
Esquela mortuoria que recuerda a los muertos del accidente del avión alemán.
Vitoria hizo la función de capital de retaguardia en la "Batalla del Norte", sede
del Estado Mayor del ejército de
Franco, nudo de comunicación, aprovisionamiento y base para las operaciones aéreas (como el bombardeo de
Gernika) desde el recién construido aeródromo de Elorriaga, Salburua. (Primero José Mtz. de Aragón y luego General Mola)
que sustituyó
al viejo aeródromo de Lakua. Vitoria vivió las idas y venidas de la tropa hacia
el frente y sus cuarteles llenos de
todo tipo de tropas, aparte de soldados españoles hubo alemanes e italianos.
Esta maqueta de avión indica el lugar donde estuvo situado el aeródromo de Salburua en el barrio del mismo nombre.
Una placa recuerda el hecho de que de este aeródromo partieron parte de los aviones alemanes que masacraron Gernika.
Desfile militar junto al parque de La Florida Archivo municipal de V.G.
Archivo municipal V.G.
Acabada la Guerra Civil ,
vinieron los largos años de la posguerra, con las secuelas que dejaron en muchas familias vitorianas las depuraciones habidas.
Con todo ello llegó la Dictadura , que mientras supuso una oscura etapa
privada de libertades y otros derechos cívicos, como contraste supondría la etapa más brillante en cuanto al desarrollo urbano e
industrial de la historia de Vitoria hasta ese momento.
Para saber más:
"Historia de Álava" Antonio Rivera y otros. Edit. NEREA 2003
" Una ciudad desencantada" Tomás Alfaro Fournier Edit.Dip. Foral de Álava 1987
"Vitoria. El libro de la Ciudad" Eulogio Serdán Edi. Amigos del País Vaco 1985
"Vitoria en su marco" Varios Edit. Ayunt. Vitoria - Gasteiz 1994
"Hefter fue el primero" Vitoria, septiembre de 1936 Óscar Bruña Royo Historia Militar 2000
"Vitoria: Transformación y cambio de un espacio urbano" Manuel Antonio Zárate Martín Boletín de la Institución Sancho El Sabio Tomo XXV 1981
"Historia mínima de la Guerra Civil española" Enrique Moradiellos Turner publicaciones 2016
"75 Historias perdidas de Álava" Francisco Góngora Ed. Diario El Correo S.A.U. 2022
"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.) Edit. La esfera de los libros. 2002
"Vida de la Ciudad de Vitoria" Tomás Alfaro Fournier Edit Dip. foral de Álava. 1996
"Síntesis de la Historia del P. Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997
"Rincones con renombre" Elisabeth Ochoa de Eribe y Ricardo Garay Edit. Fundación Mejora 2012
"La Ciudad Levítica" (Vitoria 1876 - 1936) Antonio Rivera Edit. Dip. Foral de Álava 1992
"La Ciudad Levítica" (Vitoria 1876 - 1936) Antonio Rivera Edit. Dip. Foral de Álava 1992
"Historia de Álava" Antonio Rivera y otros. Edit. NEREA 2003
" Una ciudad desencantada" Tomás Alfaro Fournier Edit.Dip. Foral de Álava 1987
"Vitoria. El libro de la Ciudad" Eulogio Serdán Edi. Amigos del País Vaco 1985
"Vitoria en su marco" Varios Edit. Ayunt. Vitoria - Gasteiz 1994
"Hefter fue el primero" Vitoria, septiembre de 1936 Óscar Bruña Royo Historia Militar 2000
"La nueva Covadonga insurgente" Javier Ugarte Tellería Edit. Biblioteca Nueva S.L. 1998
"Vitoria: Transformación y cambio de un espacio urbano" Manuel Antonio Zárate Martín Boletín de la Institución Sancho El Sabio Tomo XXV 1981
"Historia mínima de la Guerra Civil española" Enrique Moradiellos Turner publicaciones 2016
1 comentario:
El restaurante afectado por la bomba que alcanzó a una persona, no se llamaba"Marina", sino "La Sonsierra". "Marina" fue el nombre que después de la guerra le puso el nuevo dueño del local.
El accidente del avión alemán que cayó y se incendió en la plaza de España, con ocasión de la despedida que ese día daba la escuadrilla que salìa de Vitoria para una misión militar, nunca dejó rastro de la chimenea contra la que dicen chocó o rozó el avión, sencillamente porque no hubo tal choque o roce. No se supo la causa del accidente. Pedro Morales Moya. Periodista y escritor.
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