martes, 12 de julio de 2011

Historia de Vitoria - Gasteiz 11º capítulo




CAPÍTULO UNDÉCIMO

VICTORIA SE CONVIERTE EN UN CENTRO ARTESANO

     El impulso dado por el auge comercial, hace que Victoria fuera convirtiéndose en esa época, finales de la Edad Media, en un importante centro artesanal. Esto se puede comprobar por los libros parroquiales, donde aparecen los nombres de las personas con su correspondiente oficio y en otros documentos como pueden ser las actas de reuniones del Consejo municipal y otros tipos de documentos. Un símbolo de todo ello son sobre todo el nombre de las calles gremiales: Pellejería o Correría, Zapatería, Herrería, Cuchillería, Pintorería, Cantón de las Carnicerías, Plaza de las Brullerías, Campo de los Sogueros. (Denominación desaparecida recientemente) Según el arquitecto vitoriano Emilio de Apraiz se debería decir Correería, con dos “e”, que no Correría.

     Algunos estudios sobre este tema inclinan a pensar que hubo más calles con este tipo de denominación o partes de las actuales tenían nombres diferentes como: Astería (Las Escuelas?), (Pescadería o Fray Zacarías?) y Tendería. (Los asteros confeccionaban astas, picas, lanzas - La rúa de la Tendería reunía a los comerciantes) La distribución de oficios no se correspondía tan exactamente como sus nombres lo indican, ya que los artesanos estaban algo mezclados por las distintas calles.
     Estas calles tendrían una gran actividad, un ir y venir de gentes, ruidos de distinta clase provenientes de los talleres, olores...
     Era esta industria de carácter artesanal y pequeña, de corta producción y reducido consumo, que se limitaba a un ámbito local y provincial y sólo destinada a cubrir pequeñas necesidades. Tengamos en cuenta que la consideración del País Vasco como zona exenta de impuestos a los productos venidos del extranjero, desaconsejaban o retraían la instalación de una industria de mayor relevancia.
     Las actividades más destacadas fueron las relacionadas con el curtido y la elaboración de productos de cuero: adobadores, pelegeros, correeros, zapateros; así como las derivadas de la manipulación del metal: herreros, cerrajeros, caldereros,latoneros, además hay que tener en cuenta los oficios que tengan que ver con la elaboración de paños y demás productos textiles. De todas formas es a finales del siglo XV, cuando la actividad textil alcanza un mayor apogeo, debido a la autorización real para instalar sesenta telares “para labrar pannos con que los pobres tuviesen en que trabajar e vivir“, según reza la Orden Real. El resultado fue un pequeño centro pañero, al estilo de los de Durango o Vergara, que tuvo actividad hasta el siglo XVII. Producían paños baratos para las clases populares locales o provinciales.



Pañero ( Clave de la Casa del Cordón )

     El trabajo de artesanía estaba basado en el taller o casa taller. En las ciudades las personas relacionadas con el comercio y los oficios vivían en la llamada ”casa grande“; en ella no había ninguna separación entre casa y taller. Los talleres y los comercios se situaban en los bajos de las casas, a pie de calle, mientras que las dependencias familiares se instalaban en las plantas superiores.

     El trabajo de un taller se dividía en: Maestro artesano, oficiales y aprendices. Para ingresar en un gremio se debía comenzar como aprendiz de un maestro y al cabo de cinco o seis años, según el oficio, se podía pasar a ser oficial, mediante la superación de una prueba, la realización de un trabajo u obra maestra por la que se demostraba la perfección técnica. Dicha prueba era supervisada por representantes del gremio, los veedores, que avalaban o rechazaban dicho ascenso. La edad de incorporación del aprendiz solía estar en torno a los catorce años. De todas las maneras era frecuente que la titularidad del taller, el cargo de maestro, pasara de padres a hijos o en su defecto a parientes próximos como yernos o sobrinos.
     A los aprendices venidos de fuera, se les hacía un contrato de trabajo que se formalizaba ante un escribano, los hijos no lo necesitaban. Por este contrato, la patria potestad pasaba de los padres del muchacho al maestro artesano. Con este motivo los aprendices de artesanos y los servidores del comercio vivían en la casa del patrón o del maestro artesano con el resto de la familia de éste. En este seno familiar recibían educación en el oficio, así como educación moral y de otras índoles. El maestro se comprometía también a dotarle de alimentos, cama, limpieza, ropa y calzado, así como buen tratamiento. Eran centros de formación y lugar donde iban aprendiendo los aprendices y los oficiales a socializarse y a integrarse en el mundo corporativo, bien fueran hijos del artesano o muchachos venidos de fuera. Los aprendices además ayudaban en las labores de la casa junto a los sirvientes.
Durante este periodo los aprendices suponían mano de obra gratis, ya que no cobraban ningún tipo de jornal. Por el contrario, en algunos oficios, el tutor o fiador pagaba ciertas cantidades de dinero, como compensación de los materiales estropeados por la falta de pericia del aspirante. Esto sucedía fundamentalmente en oficios artísticos como plateros, escultores o pintores.
     En la Baja Edad Media, los artesanos se van agrupando según el oficio desempeñado en organizaciones llamadas GREMIOS. Éstos fueron creados para defender todo lo referente a su oficio como precios, ingreso de aprendices, acceso a la maestría, etc. Para ello se creaban ordenanzas que reglamentaban la producción, las materias primas, las características de los productos, los precios de venta, etc. Con todo ello se evitaba la competencia entre ellos, todos salían beneficiados por esa unión. De todas formas las primeras ordenanzas conocidas en Vitoria son del siglo XVI, las del gremio de sastres y calceteros, erigidas en 1539, bajo el patrocinio del Apóstol Santiago, en la Iglesia Colegial de Santa María.
       Las actividades artesanales cuando eran consideradas insalubres o producían olores desagradables se hacían fuera del recinto amurallado, como las realizadas por curtidores, tintoreros y olleros. Ejemplo las Tenerías de Aldabe, situadas en esa zona desde 1498 a petición de los vecinos.
     Puestos singulares de los gremios fueron los CONCERTADORES, los VEEDORES y los MAESTROS DE TRAZAS.
     Los concertadores, en algunos gremios, se encargaban de abastecer de materias primas a los compañeros de su gremio, comprando al por mayor, evitando intermediarios y procurando abastecer por igual a todos los miembros del gremio para evitar la competencia desleal y el acopio por parte de algunos, sobre todo en épocas de escasez de materias primas.
     Los veedores además de examinar a los aprendices, vigilaban la calidad de los productos, realizando inspecciones periódicas por los talleres, siendo multados y requisada su producción si no alcanzaba la calidad requerida por el gremio.
     Los maestros de trazas facilitaban los materiales para la prueba maestra.
     Las viudas de maestros artesanos tenían derecho, durante un año a servirse de la producción de un oficial. Pasado este periodo de tiempo, bien se casaba con un oficial o se ponía de acuerdo con otro taller que avalara su producción.
      Para los oficiales el matrimonio, bien con la hija del patrón o en su caso con su viuda, era una de las maneras de promocionarse en su oficio.
      Los gremios estuvieron vigentes en España hasta 1813, momento en el que las Cortes de Cádiz los disolvieron.
     Además de los gremios, otras asociaciones importantes fueron las COFRADÍAS Y LAS VECINDADES.
     Las COFRADÍAS eran organizaciones de carácter religioso. Llegó a haber treinta y un cofradías, de las que algunas eran de carácter gremial.
     Las VECINDADES o agrupaciones de vecinos. ( Hubo veintiún ) Se delimitaban entre dos cantones. Intentaban suplir las deficiencias asistenciales del municipio. Sus fiestas patronales han tenido hasta tiempos recientes cierto prestigio.
     Se tienen pocas noticias sobre ambos tipos de organización en la Edad Media, por lo que el tema se tratará con más detalle en la Edad Moderna.

Para saber más:


"Álava medieval" Gonzalo Martínez Edit. Dip. F. de Álava 1974

"Álava en sus manos" Varios Edit. Caja P. de Álava 1983
"Vitoria medieval" Varios Edit. Exc. Ayunt. de Vitoria 1993
"De Túbal a Aitor" Iñaki Bazán (direct.)Edit. La esfera de los libros. 2002
"Historia civil de Álava" J.J. Landázuri Edit. Gran Encicl. Vasca 1973
"Historia de Álava" A. Rivera (direct.) Edit. Nerea S.A. 2003
"Síntesis de la Historia del P.Vasco" Martín de Ugalde Edit. Elkar S.A. 1983
"Historia de Vitoria" P.Manzanos y J.M. Imízcoz Edit. Txertoa 1997

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